Se abrió la puerta del edificio y salió disparado un mini tornado blanco de orejas marrones, todo suavecito y hermoso. Mordedor empedernido, Teo no paró un segundo. Claro, esta cosa estática de la entrevista no le cerraba ni un poco, así que mientras charlábamos con Nicolás, Teo saltaba, mordía, corría… ¡hasta en un momento casi logró tirar un escobillón por la terraza! A la par de estos sucesos, tuve la oportunidad de ver en vivo y directo las increíbles obras de papercut de nuestro entrevistado, así como su proceso en la compu.
Nicolás nació en Paso del Rey, provincia de Buenos Aires. Estudió Diseño Gráfico en la UBA, donde trabaja desde el 2003 como docente en la materia Tipografía I, cátedra Longinotti. Es Director de Arte de Fox Latin American Channel y forma parte del colectivo Anuario de Ilustradores. Realizó ilustraciones, animación, dirección y producción para MTV Latinoamérica, VH1, NatGeo, Canal Encuentro, Puma Urban Art y Coca-Cola, entre otras marcas.
¿Cuándo empezaste a dibujar?
Dibujo desde siempre. Mi biblioteca es 95% libros de ilustración, dibujo y diseño. En el colegio era casi lo único que hacía… me fascinaba. Tenía mi propio estilo, que era una mezcla de cosas que me gustaban entre cartoonescas, los Simpsons y animé. Nadie entendía muy bien lo que hacía hasta que empecé la carrera y fui conociendo gente que pensaba como yo.
¿Qué diferencias generacionales notás con tus alumnos actuales?
Creo que depende de cada persona… Pero, en términos generales, las redes sociales les volaron la cabeza. Antes podías exigirlos y buscaban en Google. Ahora entrás en Facebook o Behance y hay muchísimos ex alumnos que muestran su proceso o explican cómo resolvieron cada ejercicio. El pibe ve eso y cree que ya lo sabe hacer. Es re difícil explicarle que uno aprende haciendo; no viendo cómo los demás hacen.
Pero igual los ejercicios van cambiando…
Sí, todo el tiempo. Lo único que se mantiene es el cronograma. Está bueno porque te mantiene activo. Este año el trabajo de diseño de información consistía en hacer una pieza de 1,80 x 2,40 m de a grupos de cinco personas. Sacamos las mesas del taller y diagramamos el espacio para que a cada equipo le correspondiera un lugar específico. Era un gran mapa conceptual de vanguardias en el que se establecían múltiples relaciones entre los trabajos.
En enero participaste del mural Insolación junto con otros miembros del Anuario de Ilustradores en el CCR. ¿Te acordás cuál fue el primer mural que hiciste?
Sí, tenía 15 años. Mis viejos me habían preparado una habitación para mí solo. Hice una grilla de una viñeta de un cómic de Dragon Ball, la pasé a la pared y me quedó igual.
Te gusta mucho hacer personajes, ¿no?
Cuando era alumno, todos mis referentes eran artistas o ilustradores que hacían personajes. Con José Saccone y Daniel Mochi teníamos un colectivo que se llamaba TOKI, donde la excusa era diseñar e ilustrar personajes. Un poco lo mismo que hacemos ahora, cada uno desde su camino.
¿Cómo se refleja el diseño en tus obras?
A través de los símbolos, la geometría y las proporciones. También tiene mucho que ver con mi formación. Estudié en un colegio físico-matemático. Y, me guste o no, esa cosa áurea, de mitades, divisiones y multiplicaciones, está. Fue un punto de inflexión darme cuenta de eso.
Describite en tres palabras
Feliz. Comprensivo. Ordenado/obsesivo.
¿“Ordenado/obsesivo”?
El orden es muy importante en mi vida, pero sólo con lo que siento que construye algo en mí. Para pagar una factura soy muy colgado, pero un papelito de recorte tiene que estar en su lugar. Por ahí tiene que ver más con las cosas que me obsesionan… Por ejemplo, para mí, la contraforma que calo de la obra es tan valiosa como su inverso y busco que quede exactamente igual. Todos esos recortes los guardo en carpetas con folios y hasta armo paletas a partir de ellos.
¿Cómo incursionaste en el mundo del papel?
Ya en la facultad había hecho collages y modelado pero fue trabajando en FOX que descubrí este mundo. Para el nuevo branding de “No Molestar! Verde” se había creado una maqueta que estaba buenísima pero que terminó siendo un chino al momento de generar nuevas piezas. Me encargaron a mí esa tarea y, como no había mucho presupuesto, empecé a cortar papeles, utilizando la maqueta como espacio. Eso me llevó a jugar de la misma forma con los collages e ilustraciones que venía haciendo por mi cuenta.
¿Cómo es tu proceso?
Primero ilustro en plano, en la compu y con mouse. Hago los moldes, los invierto y los separo por color para imprimirlos en papeles A4. Después voy combinando el cortado y armado por partes: construyo las cabezas, después los cuerpos… Manejo varias escalas. Por un lado están los personajes chiquitos, muy sintéticos, que están separados por partes para que los pueda modelar. Y después, los que son medio caricaturescos, de cabezas grandes que tienen unos perfiles que les dan volumen. El molde de estos perfiles se va marcando de forma que adquiera flexibilidad para rodear las caras y servir de tapa entre las capas. Con el tiempo fui haciendo estos rostros cada vez más chicos como desafío personal. Y para separar los moldes del fondo creo unos bastoncitos de papel en forma de “V” y los pego a círculos hechos con una agujereadora.
¿Por día cuánto tiempo estás trabajando?
No más de cuatro horas porque no te da el físico; la precisión, la posición, el ojo…
¿De dónde salen los temas de tus obras?
De chico me interesaban los dioses griegos y egipcios, la simbología de las cosas y los significados de ciertas acciones representadas.
¿Creás tu propia simbología?
A veces… como con las coronas. También están los códigos, que son globos de palabras que funcionan como relatos para mí. No dicen algo específico, sino que representan cosas.. en algunas obras eran rituales, por ejemplo.
¿Las considerás obras de arte o ilustraciones?
La verdad no sé si es arte o ilustración… es difícil para mí ponerle el rótulo de “obra” a lo que hago. Para mí es como un hobby… ese trabajo que uno hace por placer y que nos significa algo. Casi hablando del ego y uno. A mucha gente del arte le interesó mi obra desde lo compositivo: la forma de manejar el papel, los colores, el volumen… más allá de lo ilustrativo.
¿Cómo es este nuevo mundo de las galerías y las ferias de arte?
Por momentos me divierte, otros me cansa… muchas veces no lo comprendo. Lo más difícil de entender, sobre todo como diseñador, es que la gente no compra la obra necesariamente por lo que representa o transmite. A veces lo hacen porque les parece linda y termina cumpliendo una función decorativa. Por eso prefiero que haya un intermediario que haga las veces de aval sobre mi obra. Exponer también te abre la cabeza… de repente aparece un público que no tenías ni idea que existía y te hace un análisis de tu obra que nunca habías pensado.
¿Tenés algún proyecto en curso?
Quiero hacer que las obras se muevan, a través de un mecanismo de dos o tres engranajes. Hice algunos planos, pero tengo que sentarme con tiempo a desarrollarlo bien. La obra va a seguir siendo en papel, pero los mecanismos tal vez los construya en madera, para que no se rompan.
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