Mora nació en Munro, Vicente López, en 1988. Mientras estudiaba Diseño Gráfico en la UBA, tomó un curso de dibujos animados que cambió su forma de pensar. Empezó a abordar todo desde la construcción de volúmenes y, posteriormente, a incursionar en la ilustración digital tridimensional. Participó como oradora en el Bēhance Portfolio Review del año 2014 y forma parte del directorio de Ilustradores Argentinos. Mora contagia con sus ganas de crear, una energía que se ve reflejada en sus mundos llenos de color, ternura y humor.
¿Qué es lo que más te divierte al crear un personaje?
Todo el proceso de construcción desde la parte visual me gusta, pero se complementa con crearle una personalidad, que es lo que hace que el personaje sea tal. Sino es sólo una forma. Siempre le pongo un nombre, pienso qué le gusta hacer… incluso me gusta darle un trabajo o hobby. Es re importante para decidir cómo lo voy a parar, qué colores le voy a poner, qué tipo de ropa…
En tus ilustraciones siempre está latente lo lúdico e ingenuo. ¿Es algo que buscás o se manifiesta de forma inconsciente?
Honestamente, no es algo que busque. Pero, por ejemplo, cuando intento hacer personajes malos, no me sale. Por ahí me manejo siempre dentro de ciertos parámetros, pero porque son los que me agradan. Y cuando me propongo hacer algo distinto, es más desde un nivel conceptual, no porque visualmente quiera llegar a determinado resultado. El proceso es lo que decanta mi trabajo, no la meta final.
¿Cómo es ese proceso?
Es bastante “zigzagueante”. Cuando se me ocurre una idea hago una carpeta en mi computadora junto con una bajadita -como para no olvidarme- y ahí queda. Por ahí pasan meses sin que la toque. Pero en ese tiempo se me van ocurriendo otras en simultáneo. Y cuando volvés a un proyecto habiendo hecho otras cosas tenés otra mentalidad. Entonces le doy otra vuelta de tuerca y el proyecto que empezó siendo una cosa, termina siendo otra. Me encanta no saber cómo va a terminar algo que empiezo.
¿Cómo hacés para desarrollar estos proyectos personales a la par de los laborales? ¿De dónde sacás la energía?
A mí ya me refresca la cabeza cambiar lo que estoy haciendo. Es como borrar caché y empezar de vuelta. Cuando tengo una idea le doy libre cauce porque es algo que me da mucha emoción; lo quiero ver realizado, es más fuerte que yo… Es algo muy necesario para mí, incluso para despejar la mente de tanto trabajo y responsabilidad. Porque a veces estoy haciendo algo que no me interesa tanto, y me hace bien hacer algo que me llene el alma. Sino siento que me voy vaciando.
¿Qué tomás de inspiración?
Cualquier cosa que me parezca interesante me inspira a hacer algo. Soy de investigar en Internet, comprar libros de ilustración, animación, tipografía y diseño. Las cosas llenas de color me encantan. También miro mucho cine de animación. A todos nos gusta Disney, pero también hay un mundo de películas que proponen cosas distintas, como las de Miyazaki, la francesa Las trillizas de Belleville (Les Triplettes de Belleville, 2003) o la irlandesa La canción del mar (Song of the Sea, 2014), por mencionar algunas. Es imposible ver algo tan lindo y que no se te ocurra hacer algo de eso.
¿Cómo ves la ilustración en Argentina?
Hay gente muy grosa, con estilos muy copados y diferentes entre sí. La verdad es que me sorprendí al investigar otros artistas que hicieran 3D y ver que con las mismas herramientas llegábamos a cosas tan distintas. Ahí noté realmente lo personal que es la ilustración, cómo se relaciona con la forma de ser y aproximarse a las cosas de cada uno.
¿Y el mercado?
El plano laboral es otro tema. Hay quienes tienen la suerte de trabajar con editoriales que pagan en tiempo y forma y que respetan tu trabajo, pero no siempre es así. A veces te llegan propuestas que ponen muy en desventaja al ilustrador y hacen que te decepciones un poco del rubro. Es muy desgastante.
¿Qué es el diseño para vos?
El diseño es la metodología con la que me aproximo a todo lo que hago. Es agarrar el lápiz, evaluar el espacio y componer. Para mí, es una forma de vida; todo se encamina por el método proyectual. Es una forma de organizar, analizar de forma práctica un problema y encontrarle una solución.
Estuviste un tiempo trabajando exclusivamente freelance. ¿Cuáles son los riesgos del estudio/hogar?
En ese momento me pasó que me aislé mucho. Si bien fue positivo, porque tenía mucho trabajo y podía manejar mis tiempos, me concentraba tanto en lo que hacía que me volví una ermitaña. Cuando, en realidad, me gusta interactuar con otros, pasear, trabajar en equipo… todo eso te mantiene la cabeza fresca y te organiza. Por eso hoy en día trato de hacer convivir el trabajo en la agencia de publicidad y los freelos. Es un equilibrio que me gusta.
¿Cómo es el manejo con el cliente freelance?
Es muy importante desde un principio explicarle claramente tu forma de trabajar y los tiempos y valores que requiere cada etapa. Hay fases más generales y otras más detallistas. Cuando se pasa de una general a otra, marco un antes y un después. No pueden haber cambios para atrás, porque si en esa instancia el cliente quiere rever algo ya aprobado, no significa que está descontento sino que cambió de idea. En ese caso, se da por terminado ese proyecto y se comienza uno de cero. Cada cliente, cada trabajo es una experiencia nueva que te sirve para ir ajustando tu método. Es prueba y error. Para el diseño de marca e identidad, por ejemplo, entrego junto al presupuesto un manual de etapas de procedimiento con bocetos y referencias. También formulo cinco preguntas que necesito que el cliente responda para encaminar las propuestas hacia las más viables y coincidentes con lo que él tiene en mente.
Describite en tres palabras
Divertida — Práctica — Inteligente
¿Tenés algún sueño?
Me gustaría vivir viajando y poder trabajar desde cualquier lugar del mundo en el que esté.
RECOMENDACIONES »
Dos animadoras e ilustradoras: Mary Blair (EEUU, 1911–1978) y Pepita Pardell (España, 1928).
Tres libros: A Map of the World: The World According to Illustrators and Storytellers (Gestalten), El Animalario Universal del Profesor Revillod (Fondo de Cultura Económica) y Dot Dot Dash! (Gestalten).