Martina Trachtenberg: “El dibujo es decir palabras concretas”

Dos grandes apuestas de la temporada musical
viernes 10 de marzo de 2017
El futuro ya llegó: Novísima Dramaturgia Argentina
viernes 17 de marzo de 2017

Martina Trachtenberg: “El dibujo es decir palabras concretas”

Entrevista a Martina Trachtenberg, diseñadora gráfica, ilustradora y pintora argentina.

Mar­ti­na na­ció en De­vo­to, en 1988. Des­de chi­ca asis­tió a di­ver­sos ta­lle­res de di­bu­jo, pin­tu­ra e ilus­tra­ción. Es­tu­dió Di­se­ño Grá­fi­co en la UBA y for­ma par­te del co­lec­ti­vo Anua­rio de Ilus­tra­do­res des­de el 2013. Ac­tual­men­te co­la­bo­ra como ilus­tra­do­ra para el su­ple­men­to Ideas del dia­rio La Na­ción. En­tre lo cir­cen­se y eró­ti­co, sus pin­tu­ras e ilus­tra­cio­nes ex­plo­ran a tra­vés de la for­ma las re­la­cio­nes hu­ma­nas. Múl­ti­ples ca­ras y cuer­pos se api­lan y mez­clan, fun­dién­do­se en­tre sí en una masa de tra­zos y tex­tu­ras.

Martina Trachtenberg

Una tar­de de enero Mar­ti­na nos abrió las puer­tas del hogar/taller que com­par­te con su no­vio en Par­que Ri­va­da­via. Un lu­gar am­plio, lu­mi­no­so y muy se­reno, re­ple­to de pin­tu­ras, di­bu­jos, ilus­tra­cio­nes, dis­cos, fo­to­gra­fías vie­jas y li­bros. Una mú­si­ca te­nue y el su­su­rro de al­gu­nos au­tos ha­cían de ban­da so­no­ra mien­tras con­ver­sá­ba­mos, te­re­ré y bu­dín de por me­dio.

¿Cómo es vi­vir en tu pro­pio ta­ller?
¡Está bueno! Es­toy todo el tiem­po me­ti­da en di­bu­jar, pin­tar… y no me ago­ta. Por ahí se vuel­ve un poco ru­ti­na­rio, pero me bus­co ex­cu­sas para sa­lir… o cor­to y hago otras co­sas. De he­cho, cuan­do era chi­ca tam­bién vi­vía en mi habitación/taller.

¿Hace mu­cho que di­bu­jás?
Sí, des­de siem­pre… no hubo in­te­rrup­ción. Des­pués se con­vir­tió en mi tra­ba­jo, pero fue más un de­seo que una de­ci­sión.

¿No­tás al­gu­na di­fe­ren­cia en­tre lo que di­bu­ja­bas de chi­ca y aho­ra?
Cam­bió un mon­tón… por ahí el nexo que en­cuen­tro es la vo­lup­tuo­si­dad de la mu­jer. Siem­pre me atra­jo mu­cho di­bu­jar cuer­pos: las for­mas, los plie­gues… A ve­ces me sien­to a ha­cer sólo por la idea de di­bu­jar una pan­za. Es mi ex­cu­sa. Me cos­tó mu­cho em­pe­zar a di­bu­jar hom­bres. Fue re­cién de ado­les­cen­te que em­pe­cé a no­tar su exis­ten­cia y los di­bu­jé. O al re­vés, no sé. An­tes em­pe­za­ba siem­pre por el mis­mo lu­gar y aho­ra no: di­bu­jo cual­quier cosa y el per­so­na­je apa­re­ce.

¿Di­bu­jás a par­tir de co­sas que ves o de me­mo­ria?
Para lo que es ilus­tra­ción, en ge­ne­ral, no miro re­fe­ren­cias, sino que in­ven­to per­so­na­jes. Cuan­do di­bu­jo o pin­to aga­rro te­mas o, por ejem­plo, fo­tos de mi mamá o de mi abue­la, pero más como una guía, un es­pí­ri­tu… no me gus­ta co­piar. En ge­ne­ral, ob­ser­vo a la gen­te. Pero ni si­quie­ra me lo pro­pon­go. Por ahí es­toy ha­blan­do con al­guien y en reali­dad le es­toy mi­ran­do la cara o la mano. Y si en­cuen­tro algo in­tere­san­te, pro­ba­ble­men­te lo re­cuer­de para di­bu­jar­lo.

O sea que no lo re­gis­trás en pa­pel… lo guar­dás en la ca­be­za y lis­to.
Sien­to que si es­cri­bo las co­sas, me las ol­vi­do. Son co­sas que me es­tán pa­san­do y que me acom­pa­ñan. Al ha­blar, me doy cuen­ta que ten­go muy en cla­ro lo que hago, por eso con­fío mu­cho en que va a sa­lir, sin for­zar­lo. No es un tema de ins­pi­ra­ción, sino de ma­du­ra­ción in­ter­na. Para mí es má­gi­co el pen­sar algo y po­der di­bu­jar­lo. O mis­mo el co­piar. No creo que sea algo que haga yo… sal­ta la ima­gen y va apa­re­cien­do en el lá­piz.

Ilustraciones de Martina Trachtenberg

¿Cómo te lle­vás con la pa­la­bra?
Mu­chas ve­ces las pa­la­bras son dis­pa­ra­do­res. O por ahí un di­bu­jo me ge­ne­ra una ba­ja­da men­tal, que me guar­do para mí mis­ma. Me en­can­ta leer y me gus­ta­ría es­cri­bir… es algo que ten­go muy la­ten­te, que tam­bién con­fío en que va a sa­lir. Tam­bién me gus­ta mu­cho la con­ver­sa­ción; esa for­ma de co­no­cer al otro, de en­ten­der­lo a tra­vés de la pa­la­bra. Dis­fru­to vien­do en­tre­vis­tas… es­cu­chan­do a al­guien que me gus­ta cómo ha­bla. Lo vincu­lo mu­cho con di­bu­jar, tam­bién.

¿Cómo tra­ba­jás las ilus­tra­cio­nes?
Siem­pre em­pie­zo en lá­piz y des­pués pin­to con acua­re­las. Bo­ce­to sólo si es a pe­di­do. Y hay al­gu­nas a las que les doy las som­bras en lá­piz y des­pués el co­lor se lo doy di­gi­tal­men­te.

¿Di­gi­tal o analó­gi­co?
Ten­go siem­pre esa lu­cha, pero mi co­ra­zón está en lo analó­gi­co. Creo en eso y lo de­fien­do. La pul­cri­tud que tie­ne lo di­gi­tal me trau­ma… es como que se des­lu­ce la ilus­tra­ción. Ade­más, hay co­sas que se em­pie­zan a pa­re­cer mu­cho en­tre sí…

¿Cuál es la fun­ción de un ilus­tra­dor?
Com­ple­tar un sen­ti­do al tex­to o dar­le otro… como un gui­ño. A ve­ces no se pue­de… te­nés que sa­ber cómo, te­ner la ocu­rren­cia… Mu­chas ve­ces la ilus­tra­ción se con­vier­te en algo de­co­ra­ti­vo, cuan­do creo que lo im­por­tan­te es que diga algo… Y, más aún, ha­blar des­de uno como in­di­vi­duo… des­de una voz pro­pia.

¿Te­nés di­fe­ren­tes pro­ce­sos para lo que es pin­tu­ra y di­bu­jo fren­te a la ilus­tra­ción?
Sí, cuan­do hago ilus­tra­cio­nes sue­lo tra­ba­jar con ta­ma­ños chi­cos, con la compu­tado­ra cer­ca… todo es un caos. Para di­bu­jo y la pin­tu­ra sue­lo tra­ba­jar pa­ra­da, con for­ma­tos gran­des. Los tiem­pos son di­fe­ren­tes: a una ilus­tra­ción le pon­go todo pero no le de­di­co mu­chas ho­ras. Un tra­ba­jo de di­bu­jo y pin­tu­ra lo em­pie­zo, lo dejo a me­dio ha­cer y lo ter­mino casi al año. No es una de­ci­sión, sino que por ahí sien­to que le fal­ta algo pero no sé qué y me ter­mino can­san­do. Que­da aba­jo de la cama has­ta que, tiem­po des­pués, lo veo dis­tin­to… con ga­nas re­no­va­das y ha­bien­do ma­du­ra­do. Las dos co­sas me gus­tan mu­cho. Hay mo­men­tos y te­mas que me pi­den una cosa… u otra. Son dos len­gua­jes di­fe­ren­tes: el di­bu­jo es más con­tro­la­do, des­de que es un lá­piz y una pun­ta; es de­cir pa­la­bras con­cre­tas. Y la pin­tu­ra es más un mur­mu­llo, una me­lo­día, o no sé bien qué. La pin­ce­la­da, que se mez­cla… es más en­go­rro­so, caó­ti­co. El mis­mo pro­ce­so se te hace una mo­les­tia y te vas a dor­mir con­fun­di­do… Es como una re­la­ción. A ve­ces la di­ver­si­dad de téc­ni­cas es un pro­ble­ma, pero en­tien­do por qué hago lo que hago y por aho­ra no pue­do des­car­tar nada.

¿La pa­le­ta la pla­ni­fi­cás a prio­ri o sur­ge?
Soy me­dio caó­ti­ca con los co­lo­res… no ten­go un mé­to­do, por eso tra­to de li­mi­tar­me. Me fui dan­do cuen­ta a tra­vés de otras per­so­nas que re­pe­tía mu­cho los na­ran­jas y los ver­des… y los opues­tos. Sí soy cons­cien­te de un amarillo/ocre que es como un imán… siem­pre lo aga­rro.

¿Sen­tís que hay un eje te­má­ti­co en todo lo que ha­cés?
Sí, des­cu­brí que se re­pi­te mu­cho esto de las ma­sas de gen­te ar­ti­cu­lán­do­se en­tre sí, como en­ca­jan­do y avan­zan­do. Me di­vier­te tra­ba­jar y pen­sar los víncu­los en­tre las per­so­nas, como la idea de fa­mi­lia. O si­tua­cio­nes gru­pa­les, como el re­tra­to es­co­lar, que es EL mo­men­to del año y es bue­ní­si­mo ver las ca­ras que po­nen.

Ilustraciones de Martina Trachtenberg

¿Cómo es tra­ba­jar para La Na­ción?
En ge­ne­ral, me pa­san muy poco de la nota pero la edi­to­ra me sue­le orien­tar. La pri­me­ra vez que me citó me dijo por dón­de que­ría ir: es­ta­ba muy co­pa­da con las to­rres de per­so­na­jes. Al prin­ci­pio me po­nía muy ner­vio­sa. Pero es un ejer­ci­cio: vas apren­dien­do y ad­qui­rien­do cin­tu­ra para ma­ne­jar­te con los tiem­pos de en­tre­ga.

¿Cómo es tu ex­pe­rien­cia en Anua­rio de ilus­tra­do­res?
Es un gran equi­po. Sur­gen opor­tu­ni­da­des todo el tiem­po: mu­ra­les, di­bu­jos co­lec­ti­vos, fe­rias, mues­tras… Co­no­cés un mon­tón de gen­te que está más o me­nos en la mis­ma y eso te abre la ca­be­za. Vas vien­do el cre­ci­mien­to de cada uno y el per­so­nal. Está bueno por­que evi­ta que te aís­les; este tra­ba­jo sue­le ser muy so­li­ta­rio.

Des­cri­bi­te en tres pa­la­bras
Te­naz. Fiel (a mí mis­ma). Sin­ce­ra.

 

Mar­ti­na se en­cuen­tra ac­tual­men­te desa­rro­llan­do se­ries y con ga­nas de par­ti­ci­par en cor­tos y ani­mar sus pro­pios per­so­na­jes. Po­dés ver más de su tra­ba­jo en su webBehan­ce.

 

Re­co­men­da­cio­nes
La li­bre­ría de Vi­lla Ur­qui­za Gau­de­rio Li­bros.
El ilus­tra­dor Jor­ge Gon­zá­lez.
Pe­lí­cu­las, cor­tos, do­cu­men­ta­les y de­ma­ses so­bre arte: lulula.tv.

 

 

Julieta Radicich
Julieta Radicich
Diseñadora gráfica egresada de la Universidad de Buenos Aires. Comenzó su desarrollo profesional en una agencia de publicidad y comunicación. Actualmente trabaja en un estudio especializado en identidad, editorial y diseño web. En paralelo, realiza proyectos editoriales y de ilustración. Le fascina la tipografía y el diseño de información. En lo artístico, ha participado de diversos talleres de fotografía, tipografía y técnicas gráficas así como también en muestras colectivas. En el 2016 incursionó en la técnica de calado de papel en el taller anual de Johanna Wilhelm. Forma parte del colectivo de diseñadores gráficos “Postergados”. Desde el 2016 colabora con la Revista MUTT mediante la realización de entrevistas a diseñadores y artistas visuales.