Créditos: Nicole Barbe
Juan nació en Chacarita en 1990. Estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires y realizó talleres de ilustración, lettering y cine. Forma parte del colectivo “La vuelta al mes en 30 ilustradores”. Sus trabajos reflejan una versatilidad gráfica que, a través de un arduo proceso de investigación y experimentación, desencadena en proyectos particulares, pensados… propios.
¿Por qué ilustrás?
Porque me divierte. Es un universo que siempre me despertó interés. De chico solía entrar a las librerías más que a las jugueterías. También veía muchos dibujitos, como Dragon Ball y Pokémon, que despertaban mi imaginación y me impulsaban a crear mundos a través de la pintura y el dibujo. Cuando tenía diez años, por ejemplo, la sorprendí a mi abuela con un dibujo de una puerta, ubicada detrás de mi mesa de luz, que llevaba a una infinidad de túneles.
¿Qué era lo que más te gustaba dibujar?
Copiaba las cosas que me gustaban pero también inventaba personajes e historietas. Era muy fan de Sakura Card Captors y tenía todas las cartas. Me gustaba mucho cómo eran, gráficamente, entonces investigaba y analizaba sus elementos, figuras y trazos. Mi interés estaba puesto en el detalle y es algo que, al día de hoy, sigo teniendo. Si voy a crear un lugar, averiguo el tipo de hojas o de animales, busco imágenes de muebles… También compro libros usados de cosas que me interesan, sin ningún fin específico. Y por ahí, después, los termino incorporando a una ilustración o algún trabajo. Disfruto tanto dibujando que es como si no quisiera dejar de hacerlo… entonces sigo agregando detalles, sumando capas… es muy barroco todo.
¿Tenés alguna técnica que te guste más?
Si bien siempre boceto en lápiz, últimamente estoy trabajando mucho con un set de pinceles de la Wacom. Lo digital me permite soltarme desde un principio y no tener que pensar en cómo lo voy a resolver técnicamente. También están los vicios de diseñador… el trabajar en grande y con muy buena resolución. De esa forma puedo darle a la ilustración todo el detalle que quiera. Igual voy probando… Tengo un cuaderno donde recopilo cosas que me gustan, como lugares, plantas o escenas, y las intervengo. De éstos collages surgen cosas muy bizarras que suelen servirme como personajes o disparadores para ilustrar. Es una metodología muy útil que empezó en el taller de ilustración que hice con Gastón Caba.
Tus ilustraciones tienen un tinte onírico…
De hecho, me gusta mucho Magritte y Lynch. También series como “Stranger Things” y “The OA” que presentan realidades subvertidas. Me divierte cruzar mundos a la hora de ilustrar.
¿Hay algo que te intrigue?
¡Muchas cosas! La expansión del universo, la multiplicidad de mundos, el espacio/tiempo… Justamente, lo que me atrae de lo cinematográfico es esa posibilidad de jugar con estos temas sin ser surrealista. Me parece que en ese sentido el cine funciona a veces como ensayo.
¿Te gusta mucho el cine?
Sí, y es muy interesante todo lo que puede aportarle al diseño y a la ilustración, a través de sus recursos visuales y narrativos. Asistí a un taller de análisis de imagen cinematográfica dictado por Chan Tejedor porque veía muchas cosas que me gustaban pero que no entendía o lograba apropiar.
¿De dónde surge la paleta con la que trabajás?
A veces me encapricho con algunos colores que me gustan mucho -como ese rosita/naranja flúo del atardecer- o examino fotos de momentos del día o de películas que me gusten. Si estoy con poco tiempo, la referencia es más directa, sino, experimento hasta llegar a paletas más propias.
“Merienda”
¿Qué es lo más desafiante de ilustrar?
Tengo como una dualidad entre repetirme y no tener un estilo definido -si bien siento que hay algo por detrás que las une-. Todavía estoy descubriendo el terreno de la ilustración y sería una picardía encerrarme en un estilo porque sí.
¿Creés que los ilustradores tienen que tener un estilo definido o que pueden producir con cierta cintura, adaptándose a lo que quieren contar?
Creo que depende del tipo de ilustrador y de trabajo. Es un desafío interesante poder generar un universo o una mirada lo suficientemente amplia como para hacer cosas distintas en diversos formatos, soportes o ámbitos.
¿Cuál fue el disparador que más te gustó hacer en “La vuelta al mes en 30 ilustradores”?
Me divirtió ”Alterados” porque precisamente me gusta alterar, juntar y cruzar elementos. Después, “Cómic Exquisito” fue una buena manera de poner en acción lo colectivo porque teníamos que estar todos en sintonía.
¿Tenés algún sueño o proyecto?
Quisiera poder publicar el libro-álbum que hice hace tres años en el taller de Gastón.
¿De qué trata el libro?
Es la historia de una jirafa sin manchas que abandona a su manada porque se siente un poco “fuera de sistema” y que, sin quererlo, va a ir en busca de ellas. El cuento transcurre mayormente en una biblioteca, dominada por suricatas.
¿Cómo fue el proceso de creación?
Fue medio inverso al tradicional, porque primero hice las ilustraciones y después fui a buscar una escritora. Me contacté con Albana Morosi, que suele trabajar con la cátedra de ilustración Roldán de la FADU, y se re copó. Como el libro estaba en instancia de boceto tuvimos la chance de modificar algunos detalles de la historia, en función de las ideas que ella traía. Estuvo bueno ese ida y vuelta… fue muy enriquecedor para mí. El proceso duró bastante… nos llevó un año y medio terminarlo. Hubo momentos en los que dormí poco, porque teníamos el deadline del concurso de Fondo de Cultura Económica… pero recuerdo haberlo disfrutado mucho. Gastón es un docente muy detallista y aprendí un montón.
“Una jirafa sin manchas”
Describite en tres palabras:
Detallista. Reflexivo. Versátil.
¿Qué ilustradores nos recomendarías?
Me gusta mucho Jimmy Liao, un ilustrador chino que juega con el límite entre lo infantil y lo adulto, creando historias tiernas y melancólicas. Me conmueve su forma de dibujar. Recomiendo a Anthony Browne, un autor que suele usar recursos retóricos muy divertidos y que tiene una manía especial con simios, orangutanes y monos. Edward Gorey es un clásico de lo bizarro y lo tenebroso. Y, por último, Blexbolex, que es más gráfico… más experimental desde la forma.
Además de su desarrollo como ilustrador, Juan nos contó sobre su labor pedagógica en el primer nivel de la materia Diseño, cátedra Gabriele. Leé la segunda parte de la entrevista la semana que viene!