Entrevista a Gabriela Regina; ilustradora, diseñadora gráfica, fotógrafa y pintora.
Tuve la suerte de ser parte de ese proceso transformador que se conforma por la FADU en general, y por el taller de Gabriele I, en particular. El 2011 fue un año intenso y hermoso en el que aprendimos a zancadas. Sobre técnicas, composición, color… cada clase salíamos un poquito más grandes. Llenos de energía, ganas de crear y muchas preguntas. Como en todo proceso, hubo frustraciones, enojos, angustia… momentos en los que no entendías nada de nada. Regi nos guió con firmeza y dulzura a través de ese proceso, en el cual había que “aprender a desaprender”. Olvidarse de lo que nos habían enseñado en la escuela, en nuestras casas. Todo lo que somos y pensamos, la forma en que actuamos y decidimos las cosas es una maraña de momentos, pensamientos e historias nuestras y de otros. De ella tenemos que lograr decantar lo que nosotros -y sólo nosotros- decidimos querer ser.
Como educadora, ¿qué es importante lograr en los estudiantes?
Es fundamental para mí hacer hincapié en el disfrute, en el sentarse a “jugar” para descubrir. Es muy importante el proceso de transitar y hacer, dentro y fuera del aula. Cada clase es una transformación y me gusta ayudar a visualizar eso. Enseñar a mirar el camino y no el logro, a trabajar en equipo y aprender del compañero en vez de a competir con él. A no esperar la aprobación del otro sino la propia. Acompaño sus miradas (las de los alumnos), sus descubrimientos, su propuesta, sus palabras y su postura ante el desafío.
¿Cómo empezó tu interés por el diseño y la ilustración?
Dibujo desde que tengo memoria. Siempre fue un refugio, un juego. Mi abuela fue una gran influencia para mí. Ella me contaba sobre artistas y siempre estaba predispuesta a darme el espacio para desparramar marcadores, papeles, tijeras…
¿Cómo es el espacio donde trabajás?
Hace 12 años que trabajo en mi casa. Como soy muy dispersa, me encanta la soledad porque puedo acomodar el tiempo y el espacio a mi medida. Solía luchar contra eso, pero ahora lo acompaño: si quiero ponerme a bailar o salir a caminar, lo hago. Esas cosas me ayudan a pensar en proyectos, bajar ideas.
¿Cuáles son los disparadores que te llevan a hacer una obra?
Me inspira escribir dibujando. Plasmo pequeños relatos: sueños imposibles, lugares donde nunca estuve, sensaciones que me dan paz o simplemente estados de ánimo. En el diseño, el disparador siempre fue el hacer. Empezar por algo, sin pensar, y luego ver qué pasó en ese proceso, descubriendo un hilo conductor.
¿Te organizás para trabajar?
Mi trabajo puede comenzar con mirar referentes. Intento salir del universo del diseño para enriquecer mi trabajo haciendo traducciones más completas o complejas. Hacer, probar, salir de la compu, meter mano. No querer resolver, sino transitar.
¿Qué temas abordás en tus trabajos?
Trabajo con lo femenino, las flores, los animales y las casas. Quizá no lo pienso mucho; son los temas que disfruto hacer y que me piden salir.
¿De dónde surgen estos elementos y la paleta que utilizás?
Me propuse usar siempre los mismos elementos y la misma paleta como un juego morfológico para desafiarme. Terminé enamorándome de este gran relato rosa, azul y rojo de nenas, conejos, casas… La escasez de recursos me sorprende y divierte.
¿Qué herramientas utilizás?
Trabajo con acuarelas sobre papel de algodón. Luego en la compu armo patterns o modifico la escena.
¿Cómo ves a la ilustración en Argentina?
El ilustrador argentino es reconocido mundialmente dentro de la ilustración infantil. Sus obras son traducidas a muchos idiomas y presentan una gran variedad en los discursivo y técnico. La apertura de la Cátedra Roldán, dentro de la carrera de Diseño Gráfico en la FADU, habla del lugar que tomó la ilustración como recurso emparentado y necesario.
¿Cuál es para vos el rol del ilustrador?
El ilustrador/diseñador es un puente, un comunicador, un “creador de mundo”. Avanza sobre el texto proponiendo su voz, abriendo caminos lúdicos y transformadores donde el concepto juega a las escondidas detrás de algún trazo.
¿Qué importancia tiene para vos el diseño?
El diseño es una forma de mirar el mundo, de ordenarlo, de relacionarte con lo que te rodea. Descubro el diseño en todas las disciplinas posibles: en la composición, el arte de las formas, la belleza de la tipografía, el plano y sus ritmos.
¿Cómo empezaste a trabajar con editoriales como Santilllana, Penguin Random House o Alfaguara?
Recuerdo que me convocaron por unas ilustraciones que hacía en una tapa de revista infantil. A lo largo de los años fui incursionando en diferentes instancias de proyectos, productos y comunicación: desde marketing, dirección de arte, diseño editorial hasta gráfica aérea para stands en la Feria del Libro.
El 15 de septiembre vas a inaugurar Construcción de un olvido en Granada Gallery. ¿Cómo surgió esta muestra?
Primero fui convocada por la galería para exponer (mi) ilustración, formando parte del staff permanente. Luego surgió la idea de armar una muestra individual alejada de la obra que venía trabajando. Es un proceso raro y motivante que abre un camino más maduro y conceptual donde entra el objeto, la tela, la cerámica, el espacio y la música. Es una nueva voz en descubrimiento que estoy feliz de poder mostrar.
¿Qué nos recomendarías?
Un libro: Donde cruzan los brujos de Taisha Abelar; magia pura.
Un documental: Marina Abramovic: la artista está presente de Akers y Dupre.
Un artista: Las soledades y planos perfectos de Edward Hooper (pintor estadounidense, 1882–1967).