El primer impreso de Prensa La Libertad fue “Atención despierte usted es parte de la realidad”, allá por el 2008. Desde ese momento esta “maquinaria de propaganda existencial” comenzó un camino de constante cambio y redefinición. Pero, ante todo, un camino independiente. En esa libre elección de qué se reproduce y qué no, está su fuerza y potencial de transformación. Federico nos recibe en su taller, lleno de impresos, máquinas y miles de tipos móviles. Es como estar dentro de un reloj detenido: puedo ver las partes de ese gran mecanismo reproductor de afiches pero sigue siendo un misterio cómo la palabra se hace forma.
¿Por qué el nombre “Prensa La Libertad”?
La palabra “libertad” venía apareciendo en mis escritos. No fue hasta que arrancó el proyecto que terminé de entender que estaba cumpliendo con mi urgencia de pensar algo, multiplicarlo y distribuirlo de forma autónoma. Es un espacio en el que puedo ser yo. La realización independiente te da esa libertad de elegir qué cosas reproducir y cuáles no. Y eso contribuye a formar su identidad.
¿Por qué hacés lo que hacés?
Empecé a soltar algunos mensajes o expresiones en la calle como reacción a la estructura jerárquica que es el sistema educativo. Sentía que había una normalización en las experiencias de todos que no me permitía compartir lo que pensaba con mis compañeros de colegio y necesitaba declararlo de alguna forma. Lo que más me interesa es poder cristalizar y ponerle voz a algún reclamo en el que creo. En un punto es propaganda política porque busca que tomes una posición, sea la que sea. Los afiches que hago tienen algo de espejo. Estamos acostumbrados a que la gráfica sea: compre, vote o siga por este carril. Y esto es otra vía. No intenta venderte ni convencerte de nada, sino que puedas hacer tu propio andarivel. El ser humano como actor político es una noción que está un poco controlada y apagada. Si vos hacés de modo consciente no estás realizando una tarea; estás investigando.
¿Cómo aprendiste a usar las máquinas?
Tuve un maestro impresor con el que aprendí la teoría, mientras trabajaba en los talleres de imprenta. Y después leí muchos tratados de tipografía que enseñaban sobre composición… hay mucho de matemática en esto.
¿Cuál creés que es el valor agregado de reproducir a través de una imprenta?
Al ser impresión directa interviene un tipo de emocionalidad real propia de la técnica. Estás haciendo algo a lo que podés acercarte, tocar su textura… y eso genera algo en vos. Hay una relación con el cuerpo que se establece siendo operario de una máquina que te conduce a pensar sobre la herramienta en sí y sobre tu producción. También hay algo ideológico en la posibilidad de variaciones dentro de un tiraje.
¿De dónde viene tu sensibilidad con la palabra?
Desde chico leo y siempre tuve un vínculo con el objeto cuaderno. En la facultad solía hacer el ejercicio de anotar todas las palabras que veía en la calle en un lista que después mezclaba. Así fue como surgió “Atención despierte…”. Lo interesante de eso es que inevitablemente está impregnado de la calle, que es a donde luego vuelve. Trabajar con la palabra es también una posición política. Vivimos en una dictadura de la imagen donde se apunta a devastar todo tipo de contenido. A vaciarlo y que no haya cuestionamiento. Si uno quiere cuestionar algo el peor lugar es desde la forma. La forma es importante pero no tiene que superar al contenido.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Trabajo mucho con las cosas que me pasan en el día a día: cosas que leo, escucho o reflexiono mientras estoy acá. Paso muchas horas delante de las máquinas y eso tiene como un efecto medio contradictorio que te apaga la mente pero a la vez te hace pensar mucho. Lo que se enciende, quizá, es esa posibilidad de ser libre por un rato -paradójicamente- al usar una máquina. Como si la única forma de escapar de eso fuera imaginar y pensar. Muchos afiches y escritos surgieron en ese loop que se genera.
¿Cómo te llevás con el error?
Hay veces que interviene el azar absoluto. Surgen cosas que generan algo y cuyo sentido capitalizo. El error no es un valor en sí mismo, sino que lo que tiene valor es qué hacés con eso. Hay gente que se equivoca todo el tiempo y no puede trascender esa barrera de lograr entender qué hacer con eso. Tenés que estar despierto. Me parece interesante pensar el error no sólo como falla en sí sino como efecto para cambiar algo propio o del contexto.
¿Te considerás un artista?
No me gustan las etiquetas como “diseñador” o “artista” ni usar la palabra “arte” para una producción visual. Encontré en el italiano la palabra “manifesto” que significa afiche. Me quedo con ese sentido: la manifestación de producir algo.
¿Cómo fue la experiencia de dar una charla en el Centro Universitario Devoto (CUD) del Complejo Penitenciario Federal de CABA?
Fui invitado por los profesores Coco Cerrella y Lucas Belfiore que habían llevado la pregunta “¿qué es el éxito?” al CUD. La consigna era responder con dibujos y el resultado fue alucinante. Es una pregunta muy abierta, porque dialoga con un montón de cosas, y es interesante ver cómo entra en diferentes lugares. La experiencia de la charla fue una de las cosas más hiperrealistas que tuve en mi vida, te deja devastado en miles de pedazos. Vos te vas y ellos se quedan ahí adentro. Te hace cuestionar tus problemas superficiales del día a día y, por otro lado, a los que desaprovechan la educación pública. Es impresionante lo que se hace en el centro. Hay gente que está estudiando porque sabe que eso lo va a hacer progresar o porque puede tener impacto en su condena. Y no tiene relación alguna con lo que se habla mediáticamente de una cárcel… aunque es entendible, dado que el mismo medio es reproductor de la criminalización de la pobreza. Desde mi lugar creo que hay que seguir haciendo y visualizando situaciones.
¿Y qué es el éxito para vos?
Es poder encontrar un modo personal que responda a tu construcción de deseo de un modo de educación. Y después, también, es hacer todo desde la buena voluntad para que todas las ideas de imposición y de responder a otras estructuras, fracasen. Traicionar a todas esas posiciones y que sea la victoria de lo que uno quiera realmente. Está cruzado por tu crianza, tu vida… y un montón de cosas más.
¿Cuál es el mayor desafío?
Hace un par de años vengo buscando un espacio nuevo pero es muy frustrante porque el contexto es muy adverso. El trabajo independiente tiene un contexto muy extraño en la Argentina. Se habla de emprendedurismo, tratando de empoderar a estos “nuevos empresarios”, pero siempre dentro de las nociones del mercado. No se tienen en cuenta las condiciones reales de nuestro modelo inflacionario que limitan nuestras realizaciones. Es un gran desafío pero quiero poder convertir la imprenta en un espacio en el que pasen otro tipo de cosas.
¿Qué es lo más gratificante?
Tener esa certeza de que mañana me voy a levantar y voy seguir haciendo lo que me apasiona. Que conecté con esto y que es el camino que elegí y amo. Y también el haber generado durante estos años vínculos con colegas, impresores y amigos, que siempre están cuando uno necesita algo.
Describite en tres palabras
Insistir. Apasionado. Investigador.
»Recomendaciones de Federico Cimatti
Dos radios: Community Radio (Berlín) y FM La Tribu.
Una banda: Mueran Hermanos.
Dos artistas: Juan Carlos Romero y Dafi Kühne.
Una poeta: Clara España.
Dos documentales: Uno sobre Pixacao, graffiti brasilero y otro sobre Kraut Rock.
Un texto: La acción subversiva de Aldo Pellegrini.
Una agencia de noticias independiente de Brasil: Mídia Ninja.