Cosas imposibles: Sobredosis en Palermo

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Cosas imposibles: Sobredosis en Palermo

So­bre­do­sis de Soda, la ban­da tri­bu­to a Soda Ste­reo más im­por­tan­te de Su­da­mé­ri­ca, se pre­sen­tó en Groo­ve el sá­ba­do 06 de mayo con un fin par­ti­cu­lar: ho­me­na­jear a Gus­ta­vo Ce­ra­ti. Les con­ta­mos de una no­che lle­na de emo­cio­nes pero go­ber­na­da por la pro­li­ji­dad so­no­ra.

PH: Lau­ra Nató

Doce son los años que So­bre­do­sis ha re­co­rri­do mien­tras to­can la mú­si­ca de su con­jun­to fa­vo­ri­to. Ma­riano Al­ber­go­li (que hace las ve­ces de Ce­ra­ti), Eze­quiel Pé­rez Ca­sas (en el lu­gar de Charly) y Pa­blo Gi­lla­ri Ces (en las cuer­das de Zeta), con­for­man el trío ori­gi­nal, que (por pri­me­ra vez) es­tu­vo acom­pa­ña­do de otros cua­tro mú­si­cos en es­ce­na para esta ve­la­da es­pe­cial.

Los pri­me­ros ar­pe­gios de Fuer­za na­tu­ral die­ron ini­cio a la ve­la­da. El can­tan­te lle­va­ba pues­to un an­ti­faz como aquel de Gus­ta­vo. An­tes de pro­nun­ciar pa­la­bra, los acor­des de La ex­cep­ción inun­da­ban Groo­ve con po­ten­cia.

En ju­lio pa­sa­do, el con­jun­to de­ci­dió por pri­me­ra vez rea­li­zar un show de­di­ca­do a los te­mas de Ce­ra­ti, ti­tu­lán­do­lo “Gra­cias por ve­nir”, en ho­nor a la fra­se del tema Puen­te. Aun­que esta vez la fe­cha no te­nía ese slo­gan, fue igual­men­te uti­li­za­do por Ma­riano para re­fe­rir­se al even­to tan par­ti­cu­lar “que aho­ra ha­ce­mos una vez al año”, como dijo en­tre ri­sas, pre­vio a en­to­nar di­cha can­ción. Unos te­mas más tar­de, Rap­to era el pri­me­ro de los pun­tos al­tos de la no­che, una no­che lle­na de emo­cio­nes y de fra­ses prác­ti­ca­men­te bí­bli­cas para cual­quier aman­te de la mú­si­ca.

A fuer­za de ta­len­to, el con­jun­to se for­jó un nom­bre y una repu­tación en la es­ce­na lo­cal. En di­ver­sas en­tre­vis­tas, los mú­si­cos cuen­tan que es di­fí­cil ir con­tra el es­tig­ma de las ban­das tri­bu­to, pero con­ti­núan apos­tan­do se­rio a su pro­pues­ta. Lo que bus­can es re­crear un show lo más ve­rí­di­co po­si­ble: eli­gen cui­da­do­sa­men­te el setlist, así como el ves­tua­rio y las vi­sua­les, de­di­ca­do en par­ti­cu­lar a quie­nes no tu­vie­ron la opor­tu­ni­dad de ver a Ce­ra­ti en vivo.  Es­tre­me­ce­dor es lo si­mi­lar que can­ta Ma­riano al gran Gus­ta­vo, y el so­ni­do en su to­ta­li­dad es de una ca­li­dad es­pec­ta­cu­lar, di­fí­cil de en­con­trar in­clu­so en ban­das con­so­li­da­das.

Sin du­das, Adiós fue uno de los más co­rea­dos de la no­che, don­de el can­tan­te apro­ve­cha­ba para des­pe­gar­se del mi­cró­fono y mi­rar a la gen­te com­ple­tar su tra­ba­jo. In­clu­so en sus mo­vi­mien­tos, uno po­día ver el pa­re­ci­do con el lí­der de Soda Ste­reo. Lue­go de Cri­men, fue el turno de un ci­clo más gla­mo­ro­so, que in­vi­ta­ba al bai­le, en­ca­be­za­do por Pul­sar y se­gui­do por Casa (¿será la lo­cu­ra que nos hace bai­lar?). Se po­día ver a más de un es­pec­ta­dor ce­rrar los ojos y per­der­se en el lim­bo de los re­cuer­dos, las emo­cio­nes, los sen­ti­mien­tos o la re­fle­xión, más que pro­pi­cio cuan­do sue­na Ce­ra­ti.

El show se dio casi li­bre de pau­sas, pero Ma­riano se tomó unos mi­nu­tos para re­cor­dar a su an­ti­guo pro­fe­sor de gui­ta­rra (pues­to que la can­ción que es­ta­ban por to­car “era la se­gun­da que se ha­bía apren­di­do”), y le en­vió un sa­lu­do a este y al gran maes­tro (Ce­ra­ti). Cu­rio­sa­men­te, no hizo men­ción al­gu­na so­bre Luis Al­ber­to Spi­net­ta, au­tor del tema que ve­nía: Ba­jan, aquel que Ce­ra­ti re­co­gió en su pri­mer ál­bum so­lis­ta, Amor Ama­ri­llo (1993), pero que per­te­ne­ce a Ar­taud (1973), de Pes­ca­do Ra­bio­so. Si bien el show sólo supo me­jo­rar des­de en­ton­ces, nin­gún otro tema fue can­ta­do por el pú­bli­co con tan­ta in­ten­si­dad. Va­rias pue­den ser las ra­zo­nes: una atrac­ción por el Fla­co, una lí­ri­ca emo­cio­nal, un clá­si­co de la mú­si­ca ar­gen­ti­na o in­clu­so el re­cuer­do de Gus­ta­vo y Luis Al­ber­to can­tan­do jun­tos el tema en aquel em­ble­má­ti­co re­ci­tal de Spi­net­ta y Las Ban­das Eter­nas, en Vé­lez. Lo cier­to es que emo­cio­nó a to­dos, como supo emo­cio­nar a Gus­ta­vo.

Ya so­bre el fi­nal lle­gó el turno de Co­sas im­po­si­bles, can­ción que da tí­tu­lo al im­por­tan­tí­si­mo Siem­pre es hoy (2002) y que ha lle­ga­do a la piel de va­rios fans. Para vol­ver de ese tran­ce, Deja vu lle­nó la sala de rock, y lo­gró que por pri­me­ra vez la gen­te hi­cie­ra algo si­mi­lar al fa­mo­so pogo. Tras esto, el can­tan­te apro­ve­chó para pre­sen­tar a los mú­si­cos in­vi­ta­dos y la co­ris­ta Aimé Can­ti­lo, quien tuvo una no­che pro­ta­gó­ni­ca en va­rias can­cio­nes.

Sin duda, la obra de Ce­ra­ti es una sin igual, des­de su en­vi­dia­ble ca­rre­ra en Soda Ste­reo que se vol­vió una de las ban­das más im­por­tan­tes de la mú­si­ca en es­pa­ñol, has­ta toda su tra­yec­to­ria como so­lis­ta. Gus­ta­vo via­jó a Es­ta­dos Uni­dos para gra­bar con Andy Sum­mers una ver­sión en es­pa­ñol del tema Bring On The Night de The Po­li­ce. Tam­bién com­pu­so jun­to a Ro­ger Wa­ters (Pink Floyd) y Eric Clap­ton. Su le­ga­do tuvo tal al­can­ce, que poco des­pués de su muer­te, con el mun­do con­mo­cio­na­do, Bono de­cía unas pa­la­bras y pa­sa­ban De mú­si­ca li­ge­ra en el re­ci­tal de U2 en La Pla­ta.

Todo esto y mu­cho más es lo que in­ten­ta trans­mi­tir So­bre­do­sis de Soda cuan­do se sube al es­ce­na­rio. Para el cie­rre del show, hubo un re­ga­lo ines­pe­ra­do: lue­go de un ex­tra­ño preám­bu­lo, “íba­mos a ha­cer un tema de Pap­po, pero nos fal­ta­ba po­wer, íba­mos a ha­cer un tema de Vie­jas Lo­cas, pero no nos sa­lía…”, arran­có Pró­fu­gos. Sin em­bar­go, en lu­gar del fa­mo­sí­si­mo riff con el que Gus­ta­vo nos de­lei­ta en di­cha can­ción, sonó algo dis­tin­to, pero no po­día ha­cer caso a mis oí­dos. Aun­que creí de­li­rar por un mi­nu­to, no lo es­ta­ba: la can­ción ter­mi­nó con el cán­ti­co “ven a mi casa sub­ur­ba­na”, fra­se ex­traí­da de Ma­ri­po­sa Pon­tiac, de Los Re­don­dos.

No es des­co­no­ci­da la eter­na (y ab­sur­da) ri­va­li­dad en­tre, por en­ton­ces, las dos ban­das más gran­des del país. En tiem­pos más mo­der­nos, y con ga­nas de per­fi­lar­se como una ban­da abier­ta más allá de ser tri­bu­to–, los mu­cha­chos de So­bre­do­sis eli­gie­ron en­viar­le un gui­ño a la mú­si­ca po­pu­lar del país, ha­cien­do oí­dos sor­dos a vie­jas y ton­tas ene­mis­ta­des. Prác­ti­ca­men­te dos ho­ras de show fue­ron su­fi­cien­te para sa­tis­fa­cer al pú­bli­co, del cual se des­pi­die­ron ase­gu­ran­do que en sep­tiem­bre se pre­sen­tan en “ese tea­tro de la ca­lle Co­rrien­tes, que tan bien co­no­cen”, re­fi­rién­do­se se­gu­ra­men­te al Tea­tro Gran Rex, mí­ti­co es­ce­na­rio al que lle­ga­ron por pri­me­ra vez a fi­na­les del año pa­sa­do.

Facu Valdez
Facu Valdez
Activista de la bicicleta, Facundo se define como "melómano de nacimiento y alegre por convicción". Redactor en música, también se desenvuelve en Prensa & Difusión de bandas multigénero y eventos culturales. Festivales, recitales, entrevistas, reseñas de álbumes, músicos emergentes y las novedades de la música internacional se encuentran en su área de experticia. Si querés que cubra tu evento o reseñe tu material, favor escribir a facuvaldez@revistamutt.com //Instagram :@facuvz (https://www.instagram.com/facuvz/)// //Twitter: @facuvz (https://twitter.com/FacuVz) //