Thriller (1982)
Se trata de una adaptación de las películas de terror a la pantalla chica de casi catorce minutos. La coreografía, diseñada por Michael Peters, representa uno de los momentos más escalofriantes. Comienza con una pareja que al quedarse sin combustible se queda varada en medio de un bosque y él, Michael, se convierte en el hombre lobo, ante lo que ella grita y corre asustada. Se trata de una película con una estética similar a las de los 50, que están viendo el espectador, Michael, y su novia: es la historia de terror dentro de la historia de terror, el cine dentro del cine. Ella sale asustada, Michael la sigue y comienzan a caminar por la calle. Los zombies se levantan de sus tumbas (con la voz en off de Vicent Price) y Michael se transforma en uno de ellos. Una vez más, su novia corre, se esconde en una casa, él la persigue y cuando está a punto de atacarla la despierta como si no hubiera pasado nada, como si no fuera un zombie. Todo había sido un sueño, pero el terror tiene lugar para una vuelta más: cuando Michael se da vuelta, en sus ojos se ve que es el lobo o alguna bestia semejante.
» Carla Giani
Brain Drain (1989)
La historia de uno de los temas más conocidos de Ramones comienza de la mano de uno de los padres del terror en la literatura: Stephen King, fanático confeso del cuarteto neoyorquino. Luego de invitarlos a su casa en New England, el escritor les encarga la composición de un tema para la adaptación fílmica de su novela Pet Sematary, publicada en 1983. ¿El resultado? Una hora después de entregarle una copia de la novela a Dee Dee, el bajista emergió del sótano de la casa de King con la letra del tema, en cuya producción Daniel Rey sería involucrado luego. Con la publicación de Brain Drain en 1989, “Pet Sematary” se convertiría en uno de los éxitos más memorables de la última etapa de la banda, marcada por la salida de Dee Dee, el distanciamiento cada vez mayor entre Joey y Johnny, y la publicación de Acid Eaters, compuesto exclusivamente de covers, en 1993. Pese a las quejas de Joey (lo suyo eran los power chords), la canción se instaló automáticamente en los walkmans de los fanáticos gracias a su riff simple y pegadizo y a los arreglos del productor Jean Beauvoir.
» Agustín Antenor Vallejo
Tenebre (1982)
En 1982, Dario Argento, director figura del terror italiano, convence a algunos de los integrantes Goblin de juntarse y hacer el soundtrack para su nueva película de terror: Tenebre. El resultado es una mezcla espectacular entre sintetizadores y rock, vocoders y órganos de iglesia. Un sonido que no era el acostumbrado para ellos, producto de la falta de su baterista histórico, Agostino Marangolo y la nueva dirección de su tecladista original, Claudio Simonetti, hacia la música disco. El legado de Goblin es especial porque dibuja un camino desde el rock progresivo hacia el rock electrónico totalmente ligado al género del terror. Cuatro años antes de lanzar este álbum, el grupo componía junto a Argento, lo que es muchas veces considerado como la mejor banda de sonido hecha para un film de terror, Suspiria. Treinta años después, el riff que da inicio a “Tenebre” será la piedra angular para “Phantom”, el corazón del gran albúm debut del dúo electrónico Justice, Cross.
» Gastón Lozano
Día de los muertos (2008)
La primera referencia que se conoce de un salón de espejos se da en El fantasma de la ópera, la novela del francés Gaston Leroux. En el texto, una habitación hexagonal multiplicaba decenas de veces las imágenes de cualquier ocupante, que podía ser torturado hasta perder la cordura. Para El mató un policía motorizado, amanecer en un mundo de muertos resulta una posibilidad concreta. Así como en las salas de espejos los objetos se confunden con sus reflejos, en “Rey del Terror” todos los límites de aparecen borroneados: hay vida y hay muerte y todo parece ser real e imaginario a la vez. La canción aparece en Día de los muertos (2008), disco que cierra la trilogía iniciada con Navidad reservada (2005) y Un millón de euros (2006). El terror construido por Chango no cuenta con monstruos o zombies, aquí el miedo se ancla en un escenario de encierro, caluroso y confuso. Pero no hay que desesperarse, “no tengas miedo, nena”. Es hora del nuevo despertar: el tiempo del no tiempo.
» Tomás Garbarz
Halloween (1979)
“¿Sabés lo que tenían para hacer el tema principal? ¡Tres notas!” hubiese dicho Luis Brandoni en Esperando la carroza si en lugar de haber visitado a su hermana en la villa hubiese pasado por el estudio en el que John Carpenter se encontraba componiendo la música de Halloween, película que además escribió y dirigió. Víctima del bajo presupuesto y del apuro, Carpenter compuso y grabó todo el soundtrack en tres días, dedicándole solo una hora a la producción de la canción principal. Es en esa inmediatez y economía donde aparece su genialidad: si bien la canción tiene un colchón de sintetizadores sobrenaturales, un compás poco común de 5/4 que descoloca y un tempo asfixiante, son esas tres notas repetitivas tocadas en un piano común y corriente (¡y quizás incluso con un solo dedo!) las que la convierten en el himno oficial de las pesadillas. Esa melodía sencilla y acústica que cualquier músico amateur podría tocar y que se abre camino entre lo sobrenatural representa el verdadero terror: eso que sabemos que está ahí, que puede pasar en cualquier momento, creamos o no en fantasmas o monstruos.
» Sergio Sosa
Pablo Honey (1993)
La melancolía de “Creep” se interrumpe justo antes del estribillo: cuatro acordes de guitarra afloran precisos echando un poco de luz al final del túnel. Una de las canciones más emblemáticas de Radiohead, la que dio a conocer internacionalmente a la banda en el año 1993, fue sepultada por sus integrantes durante más de ocho años, negándose a interpretarla en sus conciertos incluso al día de hoy. Pese a que sus integrantes habitualmente den por muerta a Creep en sus shows, la pieza revive una y otra vez en auriculares y parlantes de todo el mundo, como una especie de canción-zombie. “Creep” habla de la angustia de un hombre inseguro de sí mismo enamorado de una mujer inalcanzable. Basada en una relación vivida por el propio Thom Yorke, esta historia esconde una mística. Se dice que la mujer en cuestión se ha hecho presente de improvisto en varios conciertos, como acordes estridentes que descomprimen una balada con melodías de rock alternativo. O como el fantasma de un amor imposible que, cada tanto, revive por las noches.
» Juliana Burdet
Highway to Hell (1979)
Una de las canciones emblemáticas de la banda ACDC, “Highway to Hell” sale a la venta en el álbum del mismo nombre en 1979. Escrita por Bon Scott, Angus Young y Malcolm Young comienza con poderoso riff, uno de los sellos indiscutidos de la banda australiana. El origen de su título surge de la respuesta de Angus Young ante la pregunta de un reportero sobre cómo se sentían al estar en gira constantemente: “A fucking highway to hell” (“una jodida autopista al Infierno”). Aunque también se atribuye otro origen al título de parte de Bon Scott, quien solía estar en una taberna en Canning Highway (Perth, Australia) ubicada al pie de una muy inclinada colina. En aquella ruta se sucedieron tantos choques mortales que se la conocía como “La autopista al infierno”. Highway to Hell fue el último álbum de Bon Scott como vocalista de la banda antes de su muerte en 1980.
» Samanta Gamarra
Desenchufado (1994)
Uno de los hits más grandes del rock argentino es sin duda alguna “El fantasma de Canterville”, basada en la historia homónima en la que el escritor inglés Oscar Wilde, se reía de las historias de fantasmas sobreexplotadas en el siglo XIX. Compuesta originalmente por Charly García para que la cantara León Gieco en el debut de PorSuiGieco de 1976, la canción debió sortear los embates de la censura a poco de ver la luz. El primer golpe supuso remover el tema de la placa, el segundo, modificar algunas secciones de la letra, con lo que finalmente pudo incluirse ese mismo año en el tercer disco de estudio de Gieco. El cantautor luego la recuperaría en Canciones de un cassette perdido (con grabaciones de 1980/1981, pero editado en 2005), y le daría una impronta un tanto distinta para Desenchufado, de 1994. Además de estas versiones, Charly hará la propia en Música para el alma, donde además de la ya famosa letra destaca la profundidad de los arreglos de bajo, en línea a veces con los teclados y otras con la guitarra. Vale recordar también una interpretación más jazzera del vivo Adiós Sui Generis III.
» Agustín Antenor Vallejo
Destroyer (1976)
Aunque sus integrantes eran acusados hasta el hartazgo de ser satánicos, la verdad es que en los setenta Kiss tenía poco y nada de demoniaco: todos sus temas hablaban de fiestas y chicas. Esto cambió cuando decidieron trabajar con el productor Bob Ezrin. Conocido por ser una especie de soup nazi de los estudios de grabación y experto en climas y condimentos teatrales, Ezrin venía de producir al también “diabólico” Alice Cooper y tenía muy en claro que lo oscuro era emocionante, divertido de crear y que encima vendía discos. Compuesta por Paul Stanley, “God of Thunder” fue agarrada por Ezrin y modificada de arriba a abajo. Se le bajó el tempo, se agregaron efectos de sonido de ultratumba, se reescribió la letra para que no hablara solo de sexo y lo más impensado: se le quitó la canción a Stanley para que la cante el bajista Gene Simmons, porque claro, el que daba miedo era él. El resultado funcionó por todos lados y aterró y marcó a sus fans más jóvenes: basta con ver la secuencia inicial de la remake de Halloween de Rob Zombie, en donde un Michael Myers de 6 años escucha esta canción antes de matar por primera vez. Tierno.
» Sergio Sosa
The Nightmare Before Christmas: Original Motion Picture Soundtrack (1993)
Una vez que El extraño mundo de Jack estuvo terminada, Disney decidió distribuirla a través de Touchstone Pictures, una empresa subsidiaria de la compañía del ratón Mickey orientada al público adulto. Los directivos de Disney pensaban que se trataba de una película demasiado oscura y aterradora para los niños. Sin embargo, la predicción resultó errada: el film se convirtió en un clásico para todas las edades, y por este motivo fue presentado bajo el sello de Walt Disney Pictures durante su reestreno en 2006. “This is Halloween” nos presenta el mundo de Jack Skellington, el Rey Calabaza, en donde conviven deformes monstruos, fantasmas, gules, zombies, momias, vampiros, hombres lobo y brujas. La música fue compuesta especialmente para la película por Danny Elfman, pero logró trascender las barreras cinematográficas y llegó a ser grabada por artistas tan disímiles como Marilyn Manson o Panic! At the Disco.
» Tomás Garbarz