La contienda era cada vez más intensa y agotadora y los tiempos empezaban a apremiar. En pleno auge comercial, Brian Wilson, bajista, cantante y miembro fundador de los Beach Boys, había comenzado a sufrir fuertes ataques de pánico y ansiedad extrema que lo obligaron a abandonar las giras que la banda tenía programadas. Forzado a quedarse en California se avocó de lleno a la composición de nuevo material para el grupo. Buscando nuevos horizontes, convocó a Tony Asher, un letrista con quien había estado trabajando en los últimos meses y las primeras canciones surgieron naturalmente. Y fue el propio Asher quien en diciembre de 1965 disparó la gran obsesión de Wilson cuando le hizo escuchar el nuevo disco de Los Beatles, Rubber Soul. El músico de veintitrés años quedó impactado y tuvo una revelación: ya era hora de despegarse del surf, las malteadas, las rocolas y las camisas rayadas para abordar de lleno el mundo de la psicodelia, explorar texturas nuevas y adentrarse en el consumo de alucinógenos. Un álbum distinto había comenzado a gestarse.
Mientras los restantes Beach Boys paseaban las canciones que los habían catapultado a la fama, como “Surfin’ USA” y “California Girls”, por Japón y Hawaii, Wilson convocó al más selecto grupo de músicos sesionistas disponible en Los Angeles: la troupe conocida como The Wrecking Crew, y con el propio compositor a la cabeza en el rol de productor comenzaron las nuevas grabaciones. Entre The Wrecking Crew y Wilson grabarían todos los instrumentos, y todo quedaría listo para que al volver de su gira, los demás Beach Boys solo tuvieran que grabar sus voces. Ninguno tocaría sus instrumentos en el disco.
Wilson y Asher habían concebido una quincena de canciones nuevas, instropectivas y profundas. Atrás quedaban las playas y el aire libre. Estas eran canciones surgidas puertas adentro, observando la lluvia a través de un ventanal empañado. Wilson se estaba volviendo cada vez más obsesivo en la búsqueda del disco perfecto, aquel capaz de destronar a Los Beatles y los dejara por vez primera en un segundo plano. Confiaba en el potencial del nuevo material, pero no recibió la misma aceptación por parte de sus compañeros. Al regresar de la gira y acercarse al estudio para grabar las voces, los otros Beach Boys creyeron que Brian había tomado el camino equivocado. Las canciones no se parecían en nada a los temas que mejor se habían vendido y aquellos que los habían llevado a la masividad. No estaban dispuestos a dejar de lado el surf-rock y esta apuesta podría hacerles perder su lugar seguro en el mercado. Una opinión que también se vio refeljada en los ejecutivos de la discográfica a la que pertenecía la banda, Capitol Records.
Ninguno de estos obstáculos le impediría al compositor completar su obra maestra tal cual la había imaginado. Las fotos para la portada y usos promocionales fueron tomadas en el zoológico de San Diego en marzo y se difinió el título definitivo: Pet Sounds (Sonidos de Mascotas). El disco en el que Wilson tanto empeño y esfuerzo había puesto, y en el que tantas expectativas estaban puestas fue completado en abril y salió a la venta el 16 de mayo de 1966. Había llegado el ansiado momento de poner a Los Beatles en jaque. Lamentablemente, las cosas no resultaron como Brian Wilson había soñado.
Las ventas generales fueron notablemente bajas, muy lejos de los números que la banda había percibido en lanzamientos anteriores y el álbum no entró entre los mejores 100 la semana en que fue editado, lo que fue considerado un fracaso comercial. La prensa norteamericana apeanas mencionó Pet Sounds al pasar como un álbum bien hecho pero sin darle mucha trascendencia. Lejos de haber sacudido el mercado, mientras Pet Sounds todavía buscaba conquistar a la audiencia, uno de los grandes contendientes pegó fuerte. Bob Dylan presentó su nuevo LP, un disco doble (el primero para un solista de rock) titulado Blonde on Blonde. La crítica fue ampliamente favorable, las ventas altísimas y en apenas semanas Dylan se quedó de manera indiscutida con el título de “respuesta americana a Los Beatles”. Wilson estaba anonadado y destruído anímicamente. No podía comprender cómo había fallado su plan, tan meticulosamente tramado. Para colmo, para contrarestar las bajas ventas de Pet Sounds, Capitol Records se apresuró en compilar un álbum de grandes éxitos, el primero de la banda, plagado de hits surf-rock grabados entre 1963 y 1965 y lo lanzó al mercado apenas dos meses después, en julio. The Best of The Beach Boys fue un éxito y no tardaron en correr los rumores de que Brian Wilson podía llegar a dejar la banda a la brevedad.
El último impacto, y tal vez el más doloroso para el ego de Wilson, llegaría desde el otro lado del océano. A diferencia de lo ocurrido en los Estados Unidos, Pet Sounds tuvo buenas críticas y gran aceptación en el Reino Unido al punto tal que cuando Los Beatles lo escucharon quedaron asombrados. Se encontraron con un disco completo, con una instrumentación nueva para un disco de rock, recursos técnicos nunca antes utilizados, pequeños detalles, como sonidos de animales y trenes al final de “Caroline, No”, así como también la que Paul McCartney consideraría la mejor canción de amor alguna vez escrita: “God Only Knows”.
Wilson hizo Pet Sounds buscando superar a Los Beatles por siempre, pero en cambio, les dió el pie y la inspiración para construír el disco que les daría la inmunidad eterna. Dijo George Martin, productor de Los Beatles: “Sin Pet Sounds, Sgt. Pepper nunca hubiera ocurrido… Pepper era un intento por igualar al Pet Sounds.”
Pet Sounds — The Beach Boys
EEUU, 16 de mayo de 1966
Capitol Records
LADO A:
“Wouldn’t It Be Nice” (Wilson, Asher, Mike Love) – 2:22
“You Still Believe in Me” – 2:30
“That’s Not Me” – 2:27
“Don’t Talk (Put Your Head on My Shoulder)” – 2:51
“I’m Waiting for the Day” (Wilson, Love) – 3:03
“Let’s Go Away for Awhile” (Wilson) – 2:18
“Sloop John B” (Trad. arr. Wilson) – 2:56
LADO B:
“God Only Knows” – 2:49
“I Know There’s an Answer” (Wilson, Terry Sachen, Love) – 3:08
“Here Today” – 2:52
“I Just Wasn’t Made for These Times” – 3:11
“Pet Sounds” (Wilson) – 2:20
“Caroline, No” – 2:52
Todos los temas escritos y compuestos por Brian Wilson y Tony Asher, excepto los indicados.