Con sensación de jolgorio, termino la noche en retrospectiva. Lo espontáneo del Encuentro Visceral evidencia un modo de actuar que se gesta en las entrañas. Y recién, luego del accionar instintivo, deja lugar para la reflexión, casi de un modo accesorio.
Lo agradable de estos festis es que tienen vida gracias a la aglomeración de gente, al calor humano. El aire fraternal que se respira me genera una sensación agridulce, sabiendo que por un lado, Zona Norte tiene con qué a la hora de responder al “blindaje” que inevitablemente se genera en Capital Federal, pero que si la “burbuja fraterna” es la única réplica posible, estaríamos dando aquí con el germen de un problema, esencialmente de comunicación.
Antes de llegar a mi pretenciosa conclusión, el Encuentro Visceral finaliza con una increíble performance de La Tumba del Alca, que suena más ajustada que nunca. “¡Hubo ensayo, eh!”, es la única frase que alcanzo a expresar ante el entusiasmo que me genera lo que está sucediendo.
Es evidente el batacazo que la banda ha dado en este último tiempo. Las fechas se suceden una tras otra. El último disco, Silencio y Persecución, denota una búsqueda de perfección que se suma a la ya conocida virtud de la banda: la experimentación ao vivo, en tiempo real. Detrás de todo esto, resalta un detalle fantástico: un iluminador hiperkinético –que con su cuerpo generó su propio protagonismo en el show– dirige las luces con sus propias manos, y se vale de filtros para generar distintos climas, todo esto en tiempo real.
Previo a esto, subieron a las gradas los Verano Perdido. Embebido en la situación, en un momento en donde la sinapsis ya no abunda, la primera asociación que se me viene a la mente es “western”, lo que no significa que considere que es una banda con sonido a “lejano oeste”. El gato que se sube al escenario y se roba el protagonismo durante más de un tema, estático y mirando al público, termina por moldear lo excéntrico del asunto.
Para cuando esto ocurrió, ya había asistido a presenciar a Palu Sun System, los encargados de abrir la fecha. Nunca había escuchado hablar de ellos, por lo que el formato dúo me sorprendió para bien en primera instancia. Ambos sentados, con una mesa al frente que sostiene una computadora: esa es su escenografía; a veces hay dos guitarras, por momentos un bajo o un bombo de batería que constituyen las herramientas con las que hilvanan sus melodías, que rozan el indie, la electrónica y el folk.
Previo a eso, acabo de entrar. Presiento que esto va a estar bueno.
Por Chino Romero
La Tumba de Alca » https://latumbadelalca.bandcamp.com/
Palu Sun System » https://palusunsystem1.bandcamp.com/releases