La pantalla del escenario se iluminó minutos después de las veinte horas, con la puntualidad que caracteriza a los shows desarrollados en el patio más famoso de Almagro. En un video, Darío Sztajnszrajber, conductor del programa Demasiado Humano, explicó mediante pensadores el contexto político que desembocó en el inicio de la radio. Acto seguido, Julia Mengolini subió al escenario y a pura emoción dio inicio a la velada con un recorrido de los ocho meses de vida del proyecto. “Nacimos en un contexto de mierda”, fueron las palabras de quien conduce Segurola y Habana, junto a Fito Mendonca y Andy Chango, para describir el ese comienzo.
El momento de arengue para los oyentes estuvo a cargo de Andy Chango, quien con una cerveza en la mano subió al escenario y anunció su partida a España para mediados de mayo. Luego interpretó en el teclado una canción de su autoría con referencias a la impotencia sexual, acompañado en los coros por la voz femenina de Segurola y Habana.
Pedro Rosemblat, más conocido como “el cadete de Roberto Navarro”, fue el segundo en pisar el escenario. En su stand up (re)confirmó para los presentes de qué se trata su trabajo y aseguró que “de ocho de la mañana a once de la noche lo único que hago es putear a Macri Gato”. Además le mandó un saludo a Oscar Aguad “que recién está aprendiendo a googlear”; acto seguido, el público estalló en risas, ya que el Ministro de Comunicaciones es blanco frecuente de sus chistes en la tele y la radio.
Malena Pichot y Señorita Bimbo, las conductoras de Furia Bebé, también tuvieron su lugar en el Lite Night Show. Cada una en su número le dio protagonismo a la causa feminista, siempre encarada desde el humor y el sarcasmo hacia los mandatos machistas de nuestra sociedad. Inclusive, la protagonista de la serie Cualca cerró su stand up con una canción interpretada en “la guitarra de Lali” y, a pesar del contenido de la letra, ironizó con que la hacía “porque las feministas no somos violentas”.
Cerca de la mitad del espectáculo, Martín Rechimuzzi, también integrante de Furia Bebé, representó junto a sus colegas una sección del programa que se emite de lunes a viernes de 16 a 18 horas, y que se llama “Ojalá que esté Vivo”. Allí, Señorita Bimbo se caracterizó como una ama de casa iniciándose en el feminismo y Pichot como un hombre machista opresor. Martín hizo las veces de conductor televisivo e intentó, sin éxito, moderar el conflicto.
La noche para Rechimuzzi fue de caracterizaciones, ya que también representó al presidente de los cuarenta millones de argentinos y respondió las preguntas de Mengolini. Con fuertes palos al macrigatismo se desarrolló una desopilante conversación y, antes de irse de vacaciones, el presidente puso los dedos en ve e hizo estallar al público en un “vamos a volver”.
Posteriormente, el cantante de El Kuelgue y conductor de La Hora Animada, Julián Kartún, pisó fuerte con un número de humor. Fue notable su dominio de la expresión corporal y el ánimo del público que lo festejó con un gran aplauso.
Otro momento destacado fue el de Gustavo Sala, quien junto a Werner Pertot y Estefanía Pozo abren las mañana de Futuröck con A los Botes. Sala, además de ser un bicho de radio, se dedica al arte gráfico, y sobre el escenario tipificó los distintos tipos de historietas que pueden encontrarse entre sus dibujos.
La fórmula del éxito es clara y simple, pero no por eso poco profesional: buena música, buenos conductores, entrevistas y noticias realizadas con rigor periodístico. Gran parte del público que copó el Konex el viernes pasado fueron los oyentes exiliados de Nacional Rock cuándo el flamante director de la emisora, Hernán Lombardi, decidió levantar la programación y desemplear a todos sus trabajadores en diciembre de 2015.
En medio de tanto avasallamiento comunicacional de una sola voz, Futuröck tomó por asalto la escena radiofónica el pasado 4 de julio. Hace ocho meses que periodistas, locutores y artistas, dan vida a esta emisora joven, potente y con oyentes que conforman una comunidad sumamente fiel. La demostración: un Konex repleto.