Ubicada en Reconquista 761, Arcimboldo posee dos salas de exhibición (una grande y otra un poco más pequeña) donde es posible encontrar por lo general dos muestras a la vez. Ambas salas, si bien claramente diferenciadas, no dejan de estar comunicadas. El ingreso consta de una escalera y un primer espacio de recepción donde generalmente se encuentra Pelusa Borthwick, su directora y gestora, para dar una cálida bienvenida y asistir a quien llega, también posee una vitrina con obras pertenecientes a la sala pequeña. Uno escoge por donde comenzar, pero el primer paso ya ha sido dado: la vitrina claramente ya ha captado la atención.
Asimismo, la conexión entre ambas salas se establece cuando el visitante decide echar un breve vistazo tanto a una como a la otra. Es claro que muchas veces, las muestras escogidas para cada sala difieren mucho; no obstante, no dejan de ser propuestas contemporáneas y de formar parte de la línea curatorial de Arcimboldo. Esto puede parecer sencillo e incluso banal a simple vista, pero en realidad es un factor fundamental en lo que compete a estos espacios de arte. El criterio de selección no se basa únicamente en que sea algo “vendible” sino en que pertenezca al tipo de obra, o para que se entienda, al “estilo” que se trabaja.
En este sentido, Arcimboldo se dedica mayoritariamente al video, al libro de artista y a la performance. El libro de artista se encuentra a mitad de camino entre lo que uno entiende por libro y por obra plástica. Es decir, si bien se parte de un soporte cuyo formato remite al de un libro, su factura tiene un fin plástico. Por otro lado, la performance consiste en una actividad (de cualquier tipo) realizada en vivo para un público, en un corto período de tiempo. Estas tres disciplinas son netamente contemporáneas, ya sea por su historia o por el soporte que usan.
De todos modos, esto no quiere decir que en Arcimboldo no podamos encontrar técnicas tradicionales, como la pintura y la escultura. Todo lo contrario, este espacio se encuentra abierto a lo que está sucediendo en el aquí y ahora del mundo del arte, con lo que eso conlleva, siempre teniendo en cuenta la calidad en la factura y el tratamiento del tema. A su vez, aquí se exhiben obras contemporáneas nacionales, pero también internacionales, sin distinción, cupo o prioridad. Es decir, ofrece a su visitante una ventana al arte actual en Argentina y otros lugares del mundo, teniendo en cuenta también contextos políticos, económicos y sociales.
Otra particularidad de Arcimboldo es que se diferencia de otros espacios de compra-venta de arte por estar abiertos a que sus artistas vendan directamente sus obras. A la manera de un voto de confianza, se abre a artistas consagrados y noveles por igual, ofreciendo sus salas sin ningún costo, a la vez que se les permite vender sus obras y no solo mostrarlas. Esto se debe en parte a la orientación o búsqueda a la que se apunta, ya que Arcimboldo no es concebido como un centro de comercio de arte sino más bien como una planta generadora de nuevos y futuros proyectos. De esta manera, se vuelve sumamente importante la lectura prospectiva de los diversos artistas.
Ahora bien, ¿qué encontraremos en el próximo tiempo en Arcimboldo? Durante el período estival, se trabaja by appointment, es decir, con cita previa, ya que es el momento de profundizar en el conocimiento de obras, visitas a estudios de artistas y preparación de los proyectos de la nueva temporada.
El acercamiento al mundo del arte no siempre necesita ser visitando museos, también existen estos espacios donde -si bien la disposición es similar- la dinámica es completamente distinta. Es por esto que una vuelta por Arcimboldo puede convenirse en una hermosa experiencia, para aproximarse a un costado poco conocido del arte actual.