La obra de Ai Weiwei reacciona a su entorno. Acérrimo activista por los derechos humanos, este artista multidisciplinario y multifácetico nos permite, a través de su larga trayectoria, hacer un recorrido a través de la cultura china.
Y es que para comprender la complejidad de su trabajo, es necesario marcar primero algunos hitos históricos. En el año 1949 asume el poder Mao Tse Tung , líder del Partido Rojo comunista. Durante su gobierno (1949–1976) existieron diversas campañas para eliminar a los opositores del régimen.
Entre 1966 y 1976 se llevó a cabo la Revolución Cultural, donde miles de intelectuales fueron encarcelados y mandados a realizar trabajos manuales en el campo. Entre estos se encontraba el padre de Ai Weiwei, Ai Qing, un reconocido poeta. Durante esa década se destruyeron templos y antigüedades chinas por ser consideradas burguesas,a la vez que el propio desarrollo de la sociedad fue dejando de lado técnicas milenarias como la cerámica, el trabajo en madera ensamblada y la talla del jade.
Es importante tener estos datos presentes ya que en la China previa a Mao -la de los emperadores- no había una concepción de estado como se conoce en Occidente. El concepto que marcaba las pautas de conducta y la trasmisión de los valores de generación en generación era el de la Tradición. Es decir que, con la destrucción del patrimonio cultural anterior, Mao no sólo garantizaba la creación de un arte nuevo, sino que trastocaba la base misma china, ocupando el lugar del emperador como “padre” de todos los habitantes del país. El único arte posible era el realismo socialista, y Mao era el modelo a seguir.
Este breve resumen de la historia política y cultural china ayuda a comprender un poco más algunas de las acciones y las obras de Ai Weiwei. Para abordarlas es necesario tener ciertas palabras presentes: Cielo-sol-padre-poder-tradición. Veremos cómo se ponen de manifiesto, por ejemplo, una de las obras expuestas en Proa Semillas de girasol, del año 2010.
A lo largo de dos años, 1600 artesanos de la cerámica fueron contratados por Ai Weiwei para realizar alrededor de 100 millones de semillas de girasol de porcelana pintadas una por una a mano. Retomando lo dicho anteriormente, hay algunos puntos relevantes en esta acción. Primero y principal, se la debe considerar como una crítica a Mao. Si éste era el sol, el pueblo chino era el girasol que esperaba ansioso sus rayos. Cada semilla ‚un habitante único y distinto contra la homogeneidad pretendida por la revolución cultural. A la vez, el consumo de semillas de girasol es parte de la cultura china. Ai Weiwei recuerda así los años vividos junto a su familia en el campo de trabajo donde habían sido enviados por Mao. El trabajo en porcelana es una de las técnicas tradicionales de ese país, hacer que traía aparejada una importante consideración política: la porcelana trabajada por los ceramistas únicamente para uso del emperador. El pueblo utilizaba vasijas de otros materiales.
Siguiendo con el tema de la alfarería, hallamos la obra Arrojando un jarrón de la Dinastía Han , de 1995.Otra clara referencia a la revolución cultural y su destrucción de las antigüedades. Y en el caso de la instalación que está frente a la puerta de acceso a Proa, Forever, Ai Weiwei hace referencia a las bicicletas Forever, de uso extendido en la sociedad china.
Este texto pretende ser una breve introducción dentro del universo de Ai Weiwei, extenso y multidisciplinario, que siembre en el lector la semilla ( valga la redundancia) de la curiosidad, no sólo por la obra de dicho artista, sino por la riqueza de la cultura china en su totalidad.
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Ai Weiwei (Beijing, 1957.) Activista y artista contemporáneo chino, que actualmente reside y trabaja en Berlín y Beijing. Su producción, que abarca arquitectura, instalaciones, arte conceptual, redes sociales, fotografía y diversos proyectos curatoriales, es impulsada por su activismo social. A través de una expresión multifacética, el artista genera nuevas condiciones y posibilidades que le permiten a la audiencia examinar y cuestionar la sociedad y sus valores. Asistió a la Academia de Artes Visuales de Beijing de 1978 a 1981, luego se mudó a los Estados Unidos y se instaló en Nueva York. Allí cursó por unos meses en la Parsons School of Design. En 1993 regresó a la China, en donde ayudó a establecer el Beijing East Village, una comunidad de artistas experimentales. Weiwei ha recibido numerosos premios y reconocimientos: el galardón de Arte Cotemporáneo Chino (2008); la Skowhegan Medal (2011); nombrado Académico Honorario en la Royal Academy of Arts, Londres (2011); y el Václav Havel Prize por Disidente Creativo (2012), entre otros.