Ser los héroes más grandes del mundo es un título que podría asustar hasta al más valiente. ¿Pero qué mejor que darle este título a personajes como Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash, Aquaman?
Imaginen tener en la misma foto al último hijo de Kryptón y primer superhéroe de la historia. Escondido detrás, siempre en las sombras, al mejor detective del mundo y señor de la noche. En un costado, y con una amplia sonrisa, a la Amazona que decidió pelear contra el patriarcado para dejar su huella en el mundo. En el medio y mirando fijamente la mesa de dulces está el policía espacial con el anillo verde que puede formar las figuras que su fuerza de voluntad proponga. Desperdigados por todo el lugar, veríamos los fantasmas del hombre más rápido con vida. Y finalmente, al lado del dispenser de agua estaría el rey de un mundo subacuático que siempre lucha contra la idea que su único superpoder es hablar con los peces. Una foto muy poderosa.
Desde siempre, este grupo de seres extraordinarios caminó por la tierra (esa tierra contenida en viñetas y a veinticuatro páginas por número, claro está) con el único objetivo de pelear por la humanidad, la justicia y el estilo de vida americano.
Pero tantos años de historia, diferentes alineaciones, diferentes autores, pueden confundir al neófito que busca entrar al mundo del noveno arte, arrastrado por las excesivas adaptaciones cinematográficas. Ansioso quizás por ver a un Batman alla Christian Bale, o una Wonder Woman Gal Gadot-izada.Para ellos hay una solución, una que costó dolores de cabeza para los editores de DC Comics y algo de dolor para los amantes de primera hora de los hombres y mujeres en spandex. En 2011 se decidió barajar y dar de nuevo; agotado un esquema de re-invenciones que confundía a quien abordara el universo de los comics en DC, se dio paso a una saga titulada Flashpoint que volvió todo a foja cero, y que convirtió en una tabula rasa a un modelo de historias que vivió con sus altibajos desde aquel Action Comics #1 (en el que Superman hizo su primera aparición) en 1938.
¿El desafío? Rejuvenecer -literalmente- a los personajes y comenzar a contar sus historias desde el principio, desde sus orígenes; pero claro… sin olvidar a los fanáticos prístinos que verían con malos ojos como “se meten con su niñez”.
¿La solución? Convocar a Geoff Johns. Quien hoy es cabeza creativa de DC Entertainment, Johns dio sobradas muestras de respeto por la continuidad, algo que demostró con la JSA, en su paso por Flash y, por supuesto, con la reestructuración del mundo de Green Lantern, al sazonar las historias con una arriesgada manera de reconvertir a los íconos.
El objetivo editorial Nuevos 52 (New 52 en su título original) se desarrolló a través de cinco años, y durante ese tiempo el cómic de Justice League atravesó un sólido camino de cincuenta números firmados por Geoff Johns y dibujados por Jim Lee, Gene Ha, Doug Mahnke, Ivan Reis, Tony Daniel y un impresionante Jason Fabok en la etapa final.
Todo arranca cinco años atrás (en una suerte de flashback) con el enfrentamiento al supremo líder de Apocalipsis llamado Darkseid. Este sería el acontecimiento que daría comienzo a todo. Un lustro después conocemos la historia y el dolor de un hombre que perdió a su familia por ese primer enfrentamiento, y decidió urdir un plan para acabar con la Liga de la Justicia acusándolos de ser los responsables.
En una saga que se cruza con números de Aquaman, somos espectadores de la lucha contra Atlantis y los pormenores de una suerte de “Guerra fría” entre el mundo bajo el agua y el nuestro; para ir corriendo al regreso del villano Despero y la presentación de nuevos integrantes para el equipo.
Las consecuencias de la guerra contra el hogar de Aquaman y el descontento de gente en el poder político llevan a un enfrentamiento entre la Liga de la Justicia y la Liga de la Justicia de América (un grupo creado por el gobierno para derrotar a nuestros héroes). Y luego, como consecuencia de la macro-saga llamada Maldad Eterna, vemos el surgimiento del Sindicato del Crimen (un grupo venido de otra dimensión -Tierra 3- donde los buenos son los villanos).
Pasado el momento más oscuro, se desata una lucha apocalíptica contra el virus Amazo creado por Lex Luthor que convierte a Metropolis en una zona cero virósica.
Cuando creíamos que nada podía ponerse mejor llega el cierre a toda orquesta con La guerra de Darkseid, una épica de diez números (más siete especiales), que aúna cinco años de historias contadas y regresa a ciertas bases abandonadas por el reseteo editorial; la salud de los grandes héroes se mantuvo siempre vigorosa. Una tarea hercúlea que Johns superó con creces.
A pesar de que el grupo arranca con su base sólida de siete integrantes (Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Aquaman, Green Lantern y el afroamericano Cyborg, que en un arrebato de inclusión pasa a sustituir al Martian Manhunter en el line-up legendario de la Liga de la Justicia), a medida que pasa el tiempo incluirá en sus filas a personajes como Firestorm, Atom, Captain Marvel (conocido por la mayoría como Shazam), Element Woman, Power Ring y hasta los villanos Lex Luthor (ese dolor de cabeza de Superman) y Captain Cold (enemigo acérrimo de Flash). Cada una de las historias de estos personajes y sus relaciones también son motivo de narrativas y conflictos a veces más complejos que el fin del mundo.
Justice League New 52 es una oportunidad única para recordarnos por qué amamos estas historias épicas de gente que lleva su ropa interior por encima del pantalón.