Fantasmas en la conciencia

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Fantasmas en la conciencia

Lagunas (2015) es la novela digital escrita por Milton Läufer que no posee una copia única, sino que, mediante un algoritmo, hace que cada una de las versiones descargadas sea diferente.

Lagunas Portada

La­gu­nas es una no­ve­la di­gi­tal úni­ca. En la pá­gi­na del au­tor se lee la si­guien­te le­yen­da: “Para des­car­gar su co­pia úni­ca (no hay dos ver­sio­nes igua­les) de la no­ve­la «La­gu­nas» sólo debe com­ple­tar el si­guien­te for­mu­la­rio”. Tras com­ple­tar el bre­ve for­mu­la­rio (y de­jar cons­tan­cia de que quien lo com­ple­ta es efec­ti­va­men­te una per­so­na) se re­ci­be un link don­de pue­de des­car­gar la no­ve­la. Una vez se­lec­cio­na­do el for­ma­to en el que se desea ad­qui­rir, se pue­de co­men­zar la lec­tu­ra.

Nada en esto pa­re­ce anun­ciar su ex­cep­cio­na­li­dad. La na­rra­ción cuen­ta de for­ma or­de­na­da y cohe­ren­te las pe­ri­pe­cias de un per­so­na­je. ¿Cuál es el pro­ce­di­mien­to que hace po­si­ble que no haya dos ver­sio­nes igua­les? ¿Qué hace di­fe­ren­te cada una de las ver­sio­nes? ¿Qué es, al fin y al cabo, La­gu­nas?

La tra­ma es sen­ci­lla: el pro­ta­go­nis­ta –no sa­be­mos su nom­bre– se tras­la­da a un pa­ra­je le­jano para cui­dar a los ga­tos de unos ami­gos. Este via­je le sir­ve como ex­cu­sa para ale­jar­se, al mis­mo tiem­po, de la ciu­dad –ase­dia­da por una se­rie de aten­ta­dos anó­ni­mos– y de su pro­pio pa­sa­do. La in­ten­ción de es­ca­pe lle­ga al ex­tre­mo de bo­rrar los con­tor­nos de la iden­ti­dad del per­so­na­je. Al ser con­sul­ta­do por un gru­po de gen­te reuni­da en un bar acer­ca de su pro­fe­sión, el pro­ta­go­nis­ta dice ser un neu­ró­lo­go en­fo­ca­do en una in­ves­ti­ga­ción so­bre cómo se al­ma­ce­nan los re­cuer­dos. Se­gún su hi­po­té­ti­co aná­li­sis, la me­mo­ria no tie­ne un fun­da­men­to ra­cio­nal, sino que el prin­ci­pio que or­de­na y se­lec­cio­na los re­cuer­dos es de ca­rác­ter afec­ti­vo o emo­cio­nal. La me­mo­ria, dice el per­so­na­je, no fun­cio­na como un al­ma­ce­na­je de acon­te­ci­mien­tos y he­chos, sino más bien como “un modo de re­pre­sen­tar el pa­sa­do en vir­tud de lo que ama­mos”.

No ha­bía cie­lo ni ruta, no ha­bía pa­sa­do: úni­ca­men­te la lí­nea en­tre­cor­ta­da en la mi­tad de la ruta fren­te a él.

La no­ve­la cuen­ta, a su vez, con una tra­ma pa­ra­le­la don­de se na­rran los pen­sa­mien­tos del pro­ta­go­nis­ta en sus via­jes ru­ti­na­rios ha­cia su tra­ba­jo. Es­tos ca­pí­tu­los (que es­tán en­ca­be­za­dos por la fra­se “Va a dar cla­ses a la uni­ver­si­dad, al igual que otros dos días por se­ma­na. Via­ja en el tren del sur, el tren de las ocho y vein­te”) fun­cio­nan como una es­pe­cie de es­tri­bi­llo in­tro­duc­to­rio, lue­go del cual se re­ve­lan al lec­tor los re­co­ve­cos de la me­mo­ria del pro­ta­go­nis­ta, así como sus ideas y per­cep­cio­nes del fluir del tiem­po.

Cuan­do se va siem­pre al mis­mo lado, cuan­do son siem­pre los mis­mos pun­tos de par­ti­da y de lle­ga­da, en al­gún sen­ti­do ya no es un mo­vi­mien­to.

Es en la me­mo­ria en­de­ble del per­so­na­je don­de el al­go­rit­mo idea­do por Läu­fer se eje­cu­ta. El tex­to ope­ra como un pro­duc­to de la hi­po­té­ti­ca teo­ría del per­so­na­je so­bre la me­mo­ria afec­ti­va. La for­ma de esta no­ve­la pa­re­ce su­ge­rir­nos que no exis­te una ver­sión úni­ca del pa­sa­do, sino que cada re­cons­truc­ción del pa­sa­do es una po­si­bi­li­dad en­tre mu­chas. Es im­por­tan­te no­tar que todo no es alea­to­rio, sino que es en las “la­gu­nas” del re­cuer­do don­de ope­ra la crea­ti­vi­dad y se pro­du­ce la trans­for­ma­ción, lo que fi­nal­men­te con­vier­te a cada ver­sión des­car­ga­da en algo ex­cep­cio­nal. Como reza la fa­mo­sa cita de Ham­let, “hay mé­to­do en su lo­cu­ra”.

La­gu­nas es una no­ve­la so­bre la me­mo­ria y la iden­ti­dad. Una obra que, tan­to des­de lo for­mal como lo te­má­ti­co, hace me­lla en la ne­ce­si­dad de lle­nar los es­pa­cios va­cíos, los hue­cos, las la­gu­nas a tra­vés de las cua­les es po­si­ble en­con­trar nue­vas po­si­bi­li­da­des para na­rrar.

Para ba­jar tu co­pia de La­gu­nas, se­guí el si­guien­te en­la­ce: www.miltonlaufer.com.ar/lagunas