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La punta de lanza

Hijo de un español y una criolla, Esteban Echeverría es considerado uno de los autores más influyentes de la literatura argentina. Autor de La cautivaEl matadero, él mismo se consideró más poeta que escritor.

El matadero Carlos Alonso

Ilustración de Carlos Alonso para la edición de El matadero del Centro Editor de 1966.

Du­ran­te 1837 y en pleno ré­gi­men ro­sis­ta, en el Sa­lón Li­te­ra­rio de la Li­bre­ría Ar­gen­ti­na –pro­pie­dad de Mar­cos Sas­tre– se lle­va­ban a cabo va­rias reunio­nes con­vo­ca­das por Eche­ve­rría, en las que se de­ba­tía acer­ca de po­lí­ti­ca y li­te­ra­tu­ra. Como era de es­pe­rar­se, el Sa­lón fue clau­su­ra­do por or­den de Juan Ma­nuel de Ro­sas, y sus in­te­gran­tes –en­tre los que es­ta­ban Juan Bau­tis­ta Al­ber­di, Juan Ma­ría Gu­tié­rrez y Mar­cos Sas­tre– con­ti­nua­ron sus ac­ti­vi­da­des en la clan­des­ti­ni­dad al fun­dar la Aso­cia­ción de Mayo.

Eche­ve­rría si­guió desa­rro­llan­do su ac­ti­vi­dad po­lí­ti­ca de ma­ne­ra clan­des­ti­na has­ta 1839, año en el que se exi­lia a Co­lo­nia, Uru­guay. Allí pu­bli­ca en 1846 la Dog­ma so­cia­lis­ta, un desa­rro­llo doc­tri­na­rio de un tex­to an­te­rior –el Cre­do o Creen­cias de la Jo­ven Ar­gen­ti­na–, el cual ha­bía sido es­cri­to para la fun­da­ción de la Aso­cia­ción de Mayo. El Cre­do… des­cri­bía el es­pí­ri­tu de la nue­va ge­ne­ra­ción en quin­ce enun­cia­dos. Eche­ve­rría mue­re en Mon­te­vi­deo, Uru­guay, en 1851.

Una de sus obras más em­ble­má­ti­cas, El ma­ta­de­ro, fue es­cri­ta en pleno con­tex­to de exi­lio. Eche­ve­rría com­po­ne el tex­to en un evi­den­te crí­ti­ca al go­bierno ro­sis­ta, pero es pu­bli­ca­do re­cién en 1871 en la Re­vis­ta del Río de La Pla­ta, por Juan Ma­ría Gu­tié­rrez. Al pre­pa­rar las Obras com­ple­tas de Eche­ve­rría, Gu­tié­rrez des­cu­bre el tex­to y al pu­bli­car­lo, lo in­tro­du­ce como iné­di­to y bo­ce­to del poe­ma Ave­lla­ne­da.

La lec­tu­ra de El ma­ta­de­ro debe ser con­tex­tua­li­za­da his­tó­ri­ca­men­te ya que es una cla­ra ale­go­ría y crí­ti­ca al ré­gi­men ro­sis­ta. Con­si­de­ra­do como el tex­to fun­da­cio­nal de la li­te­ra­tu­ra ar­gen­ti­na por pri­me­ra vez en los años vein­te gra­cias a Ri­car­do Ro­jas, la crí­ti­ca siem­pre ha te­ni­do di­ver­sas ca­te­go­rías para ca­li­fi­car­lo como tex­to fic­cio­nal, cri­ti­ca po­li­ti­ca, cuen­to, ar­tícu­lo o bo­rra­dor y, a la vez, eso es lo que po­see de atra­pan­te. En los años se­sen­ta y se­ten­ta, la re­lec­tu­ra por par­te de Da­vid Vi­ñas y Noe Ji­trik per­mi­te ver que la vio­len­cia y la po­lí­ti­ca ob­ser­va­ble en los tex­tos de Os­val­do Lam­borg­hi­ni y Luis Guz­mán tam­bién es­ta­ba pre­sen­te en El ma­ta­de­ro, por­que en su ori­gen, la li­te­ra­tu­ra ar­gen­ti­na ya es­ta­ba des­ti­na­da a con­for­mar­se de esa for­ma.

Con ori­gen os­cu­ro, clan­des­tino y des­via­do, tal como lo dice Ri­car­do Pi­glia, El ma­ta­de­ro ha in­flui­do en la li­te­ra­tu­ra ar­gen­ti­na y ha sido la pun­ta de lan­za para in­tro­du­cir la pro­sa en nues­tras na­rra­cio­nes. Re­sul­ta evi­den­te que la lec­tu­ra de El ma­ta­de­ro des­de nues­tro tiem­po ha per­mi­ti­do de­sig­nar­le ese lu­gar cen­tral en la gé­ne­sis de nues­tra li­te­ra­tu­ra. La vio­len­cia, la po­lí­ti­ca y el exi­lio pa­re­cen fac­to­res fun­da­men­ta­les en las le­tras ar­gen­ti­nas, que aún hoy pa­re­cen de­fi­nir­las.

Samanta Gamarra
Samanta Gamarra
Estudiante avanzada de la carrera de Letras (UBA), orientación en teoría literaria. Presentó la ponencia "Este es mi diseño: la estética del crimen en la serie Hannibal de Brian Fuller" en el II Coloquio de Humanidades y Ciencias Sociales sobre Culturas y Consumos Freaks (2015).Co-creadora de “KAPOW!”, un taller introductorio sobre la historia del cómic y la novela gráfica, en la plataforma de contenidos de Horno Cerebral.