Elogio de la belleza

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Elogio de la belleza

Una vez más, Luciana Acuña y Luis Biasotto nos dan una muestra de las posibilidades expresivas que tiene el cuerpo humano en su nueva creación Trampa para fantasmas, una obra tan desconcertante como conmovedora. 

Como la ma­yo­ría de las per­so­nas, ten­go una ami­ga que es fa­ná­ti­ca de la as­tro­lo­gía. Gra­cias a que ella siem­pre me ex­pli­ca to­das esas co­sas, sé que una de las ca­rac­te­rís­ti­cas de mi signo Li­bra es la in­cli­na­ción na­tu­ral ha­cia las apre­cia­cio­nes es­té­ti­cas. Co­rro­bo­ro que es así por­que siem­pre que­do alu­ci­na­da cuan­do veo, sien­to o es­cu­cho algo be­llo. La úl­ti­ma vez que me sen­tí de ese modo fue el sá­ba­do pa­sa­do en el Gal­pón de Gue­va­ra (un es­pa­cio cul­tu­ral que me en­can­ta) cuan­do fui a ver Tram­pa para fan­tas­mas, una obra que fo­ca­li­za su aten­ción en ser un he­cho ar­tís­ti­co en sí mis­mo. Di­ri­gi­da y es­cri­ta por Lu­cia­na Acu­ñaLuis Bia­sot­to (miem­bros fun­da­do­res del in­no­va­dor Gru­po Krapp), esta obra es una con­jun­ción de dan­za, tea­tro, poe­sía y sen­ti­mien­to (si es que los tres pri­me­ros no son con­si­de­ra­dos sen­ti­mien­to).

Tram­pa para fan­tas­mas está in­ter­pre­ta­da por Ale­jan­dro Alon­so, Fran­cis­co Di­bar, Ana Inés Gar­cía, Mil­va Leo­nar­di, Qui­llen MutPau­la Russ. Es una obra de pura cor­po­rei­dad, todo el elen­co da cuen­ta de los múl­ti­ples me­ca­nis­mos que tie­ne el cuer­po para con­ver­tir­se en un ca­nal ex­pre­si­vo. Los ar­tis­tas nos des­lum­bran con su in­creí­ble ha­bi­li­dad y de­jan en cla­ro su ex­tra­or­di­na­ria téc­ni­ca en el ma­ne­jo de los cuer­pos. Al pun­to que me lle­van a du­dar como es­pec­ta­do­ra, si de ver­dad se tra­ta de se­res hu­ma­nos o si lo que veo son ro­bots, ma­ni­quíes o per­so­na­jes he­chos con stop mo­tion. Es­ta­ble­cen re­co­rri­dos de cons­tan­te mo­vi­mien­to, que no por eso de­jan de ser ar­mó­ni­cos, ya sean rea­li­za­dos de for­ma in­di­vi­dual como co­lec­ti­va. En este sen­ti­do se des­ta­ca fun­da­men­tal­men­te el tra­ba­jo de co­reo­gra­fía y di­rec­ción, más allá de la ha­bi­li­dad par­ti­cu­lar de cada uno de los in­tér­pre­tes.

Res­pec­to al tex­to, los ac­to­res solo ha­blan en un prin­ci­pio. Son mo­nó­lo­gos ra­pi­dí­si­mos que sir­ven de pre­sen­ta­ción de los per­so­na­jes. Lue­go el tex­to apa­re­ce so­la­men­te en for­ma de pro­yec­cio­nes. Con esas pa­la­bras, su­ma­das a los so­ni­dos del am­bien­te, se co­reo­gra­fía los mo­vi­mien­tos y los ges­tos de los ac­to­res.

Por otra par­te, el mar­co de la obra es una es­ce­no­gra­fía mi­ni­ma­lis­ta com­pues­ta sim­ple­men­te por una mesa ne­gra y al­gu­nas si­llas, y un ves­tua­rio que casi en todo mo­men­to es blan­co y ne­gro. A esto se suma un muy buen di­se­ño de lu­ces que sir­ve para crear cli­ma y/o fa­vo­re­cer cier­tos efec­tos vi­sua­les de la pues­ta.

La his­to­ria, si bien está plan­tea­da como algo re­la­cio­na­do con lo que se ocul­ta, creo que es de li­bre in­ter­pre­ta­ción y que cada uno pue­de to­mar de ella lo que más le lla­me la aten­ción (por­que en reali­dad qui­zás solo sea la ex­cu­sa para mos­trar las po­si­bi­li­da­des ex­pre­si­vas del cuer­po). En este sen­ti­do, el hilo na­rra­ti­vo par­te de un or­den su­rreal y con­fi­gu­ra una sen­si­bi­li­dad her­mo­sa y, a la vez, des­con­cer­tan­te. Qui­zás sea por eso que al­gu­nos de los que es­tán en­tre el pú­bli­co se ríen, mien­tras otros po­nen cara de ho­rror. La cla­ve pue­de es­tar en que, si bien la his­to­ria no pue­de ser de nin­gún modo ve­rí­di­ca (al me­nos no en el mun­do de lo fác­ti­co), es com­ple­ta­men­te ve­ro­sí­mil.

En fin, me fui por las ra­mas, solo que­ría de­cir que para li­bria­nos y li­bria­nas, y para to­dos aque­llos que apre­cien bien la be­lle­za equi­li­bra­da, es Tram­pa para fan­tas­mas, una obra es­té­ti­ca­men­te her­mo­sa, ar­mó­ni­ca y emo­cio­nan­te.  

Por Mercedes Roch

¿Qué? Tram­pa para fan­tas­mas.

¿Dón­de? Gal­pón de Gue­va­ra (Gue­va­ra 326, CABA).

¿Cuán­do? Los sá­ba­dos a las 23:00 ho­ras (has­ta el 3 de no­viem­bre in­clu­si­ve).

¿Cuán­to? En­tra­das a $250.  


Ficha técnico artística:
Dramaturgia: Luciana Acuña y Luis Biasotto.
Texto En Video: Alejo Moguillansky.
Intérpretes: Alejandro Alonso, Francisco Dibar, Ana Inés García, Milva Leonardi, Quillen Mut y Paula Russ.
Iluminación: Matías Sendón.
Edición de sonido: Marcos Canosa.
Video: Alejo Moguillansky.
Post Producción De Imagen: Inés Duacastella.
Música original: Gabriel Almendros Aka Oswld y Gabriel Chwojnik.
Fotografía: Agustín Mendilaharzu.
Arte: Mariana Tirantte.
Asistencia de dirección: Carolina Basaldúa y Paula Russ.
Prensa: Pintos Gamboa.
Producción ejecutiva: Gabriela Gobbi.
Realización: Julio Sosa.
Dirección: Luciana Acuña y Luis Biasotto.