Lord es un musical creado por Pepe Cibrián Campoy que trata de forma optimista tanto la vida como la muerte. Es la historia de un hombre que, a raíz de haber perdido a su esposa y a su hija, se vuelve avaro y egoísta a tal punto de no querer ni siquiera conocer a su nieta. El conflicto se desencadena luego de la muerte de su socio, hecho que lo empuja a un viaje onírico guiado por diferentes personajes. Lord se encontrará con nada más y nada menos que Lady Parca, quien le mostrará las bondades de la muerte y el mundo fascinante que lo espera, si al morir se va para abajo. Asimismo recibirá la visita de Matilde, su difunta esposa, quien le mostrará lo bien que se puede estar arriba y la necesidad de que él cambie su forma de vivir para lograr un buen morir.
El musical es un gran homenaje a la vida, pero sobre todo es una reconciliación con la muerte, a la que vemos representada como desfachatada y sensual, rodeada de seres luminosos y divertidos que desmitifican el deceso como algo negativo y logran una nueva significación de la frase “pasar a mejor vida”.
Pepe Cibrián es una de las grandes figuras de la escena musical nacional, y con Lord logra montar un espectáculo excepcional que, mediante diversos indicios –como el personaje de Matilde–, establece un homenaje magistral a doña Ana María Campoy, una gran actriz y cantante de nuestra historia.
Asimismo podemos encontrar en cartelera uno de los musicales que más ha evolucionado desde su creación a fines de los ochenta: Jekyll & Hyde, una de las obras más bellas y completas del género. Basado en el libro de Robert Louis Stevenson y con una partitura exquisita, este musical es uno de los títulos más esperados en Argentina que por fin podemos disfrutar este año.
En nuestro país está protagonizado por el legendario Juan Rodó como Jekyll/Hyde y Raúl Lavié como John Utterson, acompañados por Melania Lenoir/Natalie Pérez como Lucy Harris y Eluney Zalazar como Emma Carew. Cada miembro del ensamble tiene un papel central dentro de la historia, por lo que la puesta del musical es justa con todos los artistas de la escena, que logran tener su momento destacado.
Las actuaciones son correctas, cada uno de los actores interpreta su personaje con una entrega total que encanta al espectador. Aunque sin dudas, quienes llevan la obra en sus espaldas son: Juan Rodó con su doble papel y Melania Lenoir como Lucy (reemplazada por un mes por Natalie Pérez). Es destacable la interpretación de Rodó, quien lejos del recordado Drácula, se zambulle de lleno en la dualidad constante que representa cambiar de registro cada vez que pasa de Jekyll a Hyde, con una fuerza arrolladora que se mantiene en tensión durante todo el musical y que explota en la Confrontación, un momento sublime que todo fanático sin dudas disfrutará a lo grande.
Lo importante de este musical, más allá de la puesta y de las actuaciones, es la reflexión que suscita en el espectador: ¿Qué significa ser bueno o malo? ¿Es loable la acción de ajusticiar sin criterio? ¿Con qué derecho podemos ir en contra de la naturaleza? Quizás no sea lo primero que se nos venga a la mente al salir del teatro, pero sin dudas en algún momento, esos pensamientos se nos dispararán.