Plantas de interior es una obra que transcurre dentro de un departamento inundado de plantas, un piano olvidado y una ventana por la que a veces entra luz. El comportamiento de las plantas y de los personajes se espejan: unos resisten incluso con muy poca agua, otros se expanden como una plaga, y algunos simplemente se adaptan a todo. “Hay cosas que sólo logran verse con el paso del tiempo” dice uno de los personajes de esta obra, que pone la lupa en la intimidad de cada uno de los convivientes del departamento, donde el aire y la luz se comparten a fuerza de amor en todas sus formas posibles. La obra fue ganadora de varios premios y menciones por su dramaturgia y además fue dirigida en formato semimontado por Ciro Zorzoli en el teatro El Picadero, por resultar seleccionada en el concurso “Contar 1” en el año 2014. La dramaturgia y la dirección se complotan para generar una obra que nos permite reírnos de la intensidad de la vida en la ciudad de la furia y sus vericuetos, y logra apreciar con sutileza aquellos logros y fracasos cotidianos.
La acción se desencadena con la vuelta de Jerónimo a la casa de su madre, su regreso desestabiliza el estado de las cosas: el que era su cuarto está ahora ocupado por su ex novia Rita, quien paga un alquiler por el mismo. Jerónimo ya tiene treinta y largos, le apasiona tocar el piano pero toca poco y todavía le pesa mucho el mandato materno: “nunca tendrías que haber dejado el conservatorio”. Vuelve del Bolsón con su nueva novia de aire hippie, Ayelén, que está dispuesta a estudiar en la ciudad aunque tenga que pagar un alquiler por un sillón donde dormir cada noche. En la casa también está Maximiliano, un vecino muy amigo de la familia y querido por todos, este personaje sufre una enfermedad degenerativa pero esto no lo priva del buen humor. Se suma a este conjunto el padrino de Maximiliano, un exitoso hombre de negocios, que ayuda a encaminar la vida financiera de Jerónimo y la vida sentimental de su mamá, Emiliana.
El personaje de Maximiliano es el que menos sale de la casa por su enfermedad y plantea cuestiones interesantes sobre esa otra forma de vida en el exterior: ¿Cómo se hace para salir cada mañana de la casa y enfrentar los transportes, los cambios climáticos, los extraños, el trabajo, la temperatura, la violencia, el dinero, el peligro? Vemos las formas de vida de las plantas y de los personajes en un ambiente reducido, un Jurassic Park a escala con vidas modificadas constantemente por las relaciones sociales y emocionales. La intimidad de cada personaje se despliega a partir del regreso de Jerónimo, el estereotipo de artista con dudas existenciales. Cada personaje se juega al extremo en la búsqueda de una felicidad que comienza por lograr salir a la calle cada mañana. Se trata de pequeñas y grandes batallas que contadas en tono de humor existencialista, nos conectan desde la risa con temas que nos afectan. Se expone algo de eso que conservamos y cuidamos ante los extraños, los asuntos personales: la intimidad es mostrada por estos personajes con una entrega absoluta. Cada personaje, con su particularidad, es interpretado por los actores y actrices con un tono ajustado y compartido en una energía grupal que hace vibrar la sala del Teatro Porteño. Brindamos por la introversión y los mundos interiores —donde a veces es lindo encerrarnos por un rato— que encuentran en esta obra su reivindicación poética.
¿Qué? Plantas de interior.
¿Dónde? Teatro Porteño (Corrientes 1630, CABA).
¿Cuándo? Los sábados a las 22 horas.
¿Cuánto? La entrada general es de $300 y $250 para jubilados y estudiantes.
Ficha técnico artística:
Dramaturgia: Sol Rodríguez Seoane.
Actúan: Colloca, Tamara Garzón, Guido Gastaldi, Andres Granier, Javier Niklison y Emma Rivera.
Vestuario: Sandra Fink.
Escenografía: Isabel Gual.
Iluminación: Sandra Grossi.
Realización de escenografía: Martín Talice.
Música original: Ornela Lanzillotto.
Fotografía: Manuel Archain.
Diseño gráfico: Miguel Israilevich.
Asistencia de dirección: Eliana Murgia.
Prensa:Tehagolaprensa.
Producción ejecutiva: Julieta Zeta.
Producción general: Guido Gastaldi.
Dirección: Miguel Israilevich.