Todo sobre mi madre: apuntes de la pesada herencia maternal

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Todo sobre mi madre: apuntes de la pesada herencia maternal

La obra de Agostina Luz López nos lleva al interior de una casa familiar compuesta por un variopinto grupo femenino: una abuela, una madre, una hija adolescente y su extrovertida amiga. Juntas, se presentan a sí mismas y a la configuración de la familia desde el recuerdo y el relato de Martina –la hija en cuestión–, quien compone la acción y el devenir de la puesta desde sus pensamientos y acciones. Los milagros es una reflexión escénica sobre el rol familiar, la adolescencia, la figura de la madre y sobre el ser mujer.

Los Milagros A

La com­po­si­ción de la obra re­sul­ta una su­ma­to­ria de es­ce­nas or­ga­ni­za­das por el re­la­to de Mar­ti­na. La di­rec­to­ra ubi­ca al per­so­na­je de la hija ado­les­cen­te como un to­ta­li­za­dor que es­truc­tu­ra la pie­za. De esta ma­ne­ra, Mar­ti­na ar­ti­cu­la el re­la­to a tra­vés de re­tra­tos de su in­fan­cia, del pa­sa­do de su ma­dre y del de su abue­la; y di­ri­ge es­ce­nas, al re­cons­truir re­cuer­dos que plan­tean pre­gun­tas so­bre la ma­ter­ni­dad, la mu­jer y la fa­mi­lia.

La obra es­ta­ble­ce una cons­tan­te dua­li­dad, un jue­go es­cé­ni­co so­bre los lí­mi­tes que exis­ten en­tre el re­la­to y la in­ter­pre­ta­ción, en­tre el pre­sen­tar y el re­pre­sen­tar, y en­tre la fic­ción y la reali­dad. Al de­ve­lar los me­ca­nis­mos de la fic­ción de los per­so­na­jes que en­tran y sa­len de la tea­tra­li­dad, se mues­tran mien­tras in­ter­pre­tan sus res­pec­ti­vos ro­les. Un ejem­plo cla­ro se da cuan­do Mar­ti­na re­la­ta al es­pec­ta­dor un re­cuer­do y lue­go lo in­te­rrum­pe con la ac­ción e in­ter­ac­ción de otros per­so­na­jes, lo­gran­do así sal­tar en el tiem­po –del pa­sa­do al pre­sen­te– en su in­ter­pre­ta­ción es­cé­ni­ca.

Los mi­la­gros en­fa­ti­za la reali­dad en la es­ce­na des­de un dato no me­nor: las ac­tri­ces Mar­ti­na Jun­ca­de­lla y Car­la Fon­se­ca son ma­dre e hija en la vida real. La obra lle­va li­te­ral­men­te el rol ma­dre-hija de la casa ín­ti­ma fa­mi­liar al es­ce­na­rio del Cen­tro Cul­tu­ral San Mar­tín. Allí, el tex­to dra­má­ti­co y la pues­ta tea­tral son su­pe­ra­dos por los cuer­pos, por los ges­tos he­re­da­dos, las vo­ces pa­re­ci­das, los de­ta­lles de la he­ren­cia ge­né­ti­ca y fa­mi­liar que re­du­cen la idea de fic­ción y fuer­zan al es­pec­ta­dor a re­pen­sar los prin­ci­pios que con­ci­ben al he­cho tea­tral.

Los Milagros B

Pero Agos­ti­na Luz Ló­pez no de­ci­de re­du­cir la obra al gé­ne­ro del bio­dra­ma para ex­plo­rar la reali­dad del víncu­lo ma­ter­nal en es­ce­na, sino que la mis­ma pro­pues­ta se cons­tru­ye y de­cons­tru­ye si­mul­tá­nea­men­te so­bre los lí­mi­tes en­tre la reali­dad y la fic­ción. Di­cha rup­tu­ra se lle­va a cabo me­dian­te di­ver­sos re­cur­sos, en­tre ellos la pre­sen­cia de un te­le­vi­sor que ser­vi­rá para mos­trar ar­chi­vos au­dio­vi­sua­les de la in­fan­cia de Mar­ti­na, la re­crea­ción pa­ró­di­ca de una te­le­no­ve­la me­xi­ca­na, o la irrup­ción oní­ri­ca del ex­tra­ño per­so­na­je de la ami­ga que des­de la pan­ta­lla de­ci­de mo­di­fi­car la es­ce­na.

Este per­so­na­je es un fuer­te ele­men­to dis­rup­ti­vo que mo­di­fi­ca la to­ta­li­dad de la pie­za. Su apa­ri­ción co­mien­za como un es­pec­ta­dor de la es­ce­na, como una sim­ple in­ter­ven­ción cir­cuns­tan­cial que toma de a poco po­der so­bre las tres mu­je­res del círcu­lo fa­mi­liar. Fi­nal­men­te, el de­seo por per­te­ne­cer a la his­to­ria de Mar­ti­na se con­ver­ti­rá en una fuer­te po­se­sión so­bre la es­ce­na y sus per­so­na­jes.

Los mi­la­gros es una obra que re­fle­ja una pro­fun­da ex­pe­ri­men­ta­ción so­bre la es­ce­na tea­tral: des­de el ar­ma­do mis­mo de las es­ce­nas, pro­po­ne una pues­ta en cri­sis del rea­lis­mo, del gé­ne­ro bio­dra­má­ti­co o au­to­bio­grá­fi­co y de los lí­mi­tes de la re­pre­sen­ta­ción. Es el per­so­na­je de Mar­ti­na quien, al in­ten­tar a toda cos­ta com­pren­der su inago­ta­ble he­ren­cia ma­ter­nal, lo­gra con­mo­ver al es­pec­ta­dor en su bús­que­da car­nal por na­rrar­se a sí mis­ma y a su fa­mi­lia.

 

¿Qué? Los mi­la­gros.

¿Cuán­do? Mar­tes y miér­co­les a las 21 ho­ras (has­ta el vier­nes 26 de oc­tu­bre).

¿Dón­de? Cen­tro Cul­tu­ral Ge­ne­ral San Mar­tín (Sar­mien­to 1551, CABA).

 

Fi­cha téc­ni­co ar­tís­ti­ca
Tex­to: Agos­ti­na Luz Ló­pez.
Ac­túan: Car­la Fon­se­ca, Mar­ti­na Jun­ca­de­lla, Ali­cia La­bra­ga, Lai­la Maltz y Dora Mils.
Ves­tua­rio: So­fía Be­rak­ha.
Es­ce­no­gra­fía: Ma­ria­na Ti­rant­te.
Ilu­mi­na­ción: Jor­ge Fe­rro.
Fo­to­gra­fía: Luis Sens.
Asis­ten­te de pro­duc­ción: Na­ta­li Aboud.
Asis­ten­cia de di­rec­ción: Na­ta­li Aboud.
Pren­sa: Ma­ri­sol Cam­bre.
Di­rec­ción: Agos­ti­na Luz Ló­pez.

Cecilia De Paoli
Cecilia De Paoli
Licenciada y Profesora en Artes Combinadas (UBA). Estudió Dirección de Arte e Imagen aplicada a la escena y los medios de comunicación en el Centro de Arte y Diseño de Evelyn Bendjeskov. También incursionó en actuación y dirección teatral con Mariela Asensio, Alejandro Genes Radawski, José María Muscari y Mayra Carlos. Participó como actriz en obras de la compañía Quirófano Teatral. Actualmente realiza un taller de montaje teatral y entrenamiento actoral en el CELCIT. Fue redactora estable de Originarte.org, revista cultural.