Vaslav Nijinsky (1889–1950) fue un gran bailarín de ballet y coreógrafo ruso, que formó parte de los Ballets Russell, la compañía de ballet creada por el célebre productor ruso Serguéi Diáguilev y dirigida por el gran coreógrafo Marius Petipa. Nijinsky logró una valiosa innovación de la danza en el mundo. Su virtuosismo era extraordinario y su técnica, perfecta: poseía fuerza, gran expresividad y una agilidad extraordinaria. Fue uno de los bailarines más talentosos de la historia, que mediante su excepcional destreza creaba la ilusión de una falta de esfuerzo para lograr saltos mágicos que desafiaban la gravedad.
La esquizofrenia se adueñó de la mente de Nijinsky cuando aún no había cumplido los treinta años de edad. En 1917 su salud mental comenzó a deteriorarse y luego de una crisis nerviosa, el bailarín fue internado por su esposa en una clínica psiquiátrica en Suiza para no volver a subirse a un escenario. En 1919, antes de hundirse plenamente en la locura, Nijinsky escribió en cuatro cuadernos su diario íntimo, textos que años después fueron publicados con el título Diarios de Nijinsky. El documento expone un lenguaje febril, con manías persecutorias o delirios de grandeza, alucinación y obsesión, anécdotas y pensamientos sobre la vida, la muerte y la guerra. El artista reflexiona sobre su relación con la danza, con Dios, con su bisexualidad, sus amigos, su familia y con Serguéi Diáguilev.
Los profundos escritos del bailarín ruso llegan al teatro de la mano de una dupla de artistas excepcionales: Robert Wilson y Mikhail Baryshnikov. Ambos –director e intérprete respectivamente– se unen para poner en escena la obra Letter to a Man, una puesta teatral (definida como una “ópera-teatro expresionista”) que adapta el diario del bailarín y se centra en aquellos momentos en que el mismo se aleja de la realidad a causa de la esquizofrenia. En la obra se combina una selección de fragmentos de Diarios de Nijinsky con música de los compositores Arvo Pärt, Henry Mancini, Alexander Mosolov y canciones de Bob Dylan y Tom Waits.
Por su parte, el reconocido Robert Wilson logra ampliar los límites del teatro con cada una de sus creaciones y su trayectoria como director y dramaturgo aseguran un éxito en cada nuevo proyecto que se propone. La renovación estética del director estadounidense se centra en producir sensaciones cromáticas mediante el uso particular de la luz: el diseño de la iluminación lleva sus producciones a un nivel superior de vitalidad escénica (la luz es un actor más dentro y fuera de la escena). Wilson consigue mantener la atención de los espectadores mediante imágenes que se definen lejos del naturalismo; con límites extremos en la escala del espacio y del tiempo; con particulares diseños escénicos y mobiliarios, y através de una constante investigación sobre la estructura de los movimientos, que simples o lentos logran intensificar el lenguaje corporal, los sonidos y la música.
Finalmente, el bailarín ruso Mikhail Baryshnikov es considerado por muchos el mejor bailarín del siglo XX, y en Letter to a Man es el responsable de, nada más ni menos, interpretar a Nijinsky. En la puesta de Wilson, Baryshnikov aparece vestido de frac y con el rostro pintado de blanco en medio de una escenografía sencilla, casi despojada. En algunas entrevistas sobre la nueva obra, el artista no deja pasar la oportunidad para aclarar que su trabajo interpretativo no contiene material coreográfico ni busca desempeñarse como bailarín, sino que desea cumplir el rol de actor dentro de la puesta teatral para meterse dentro de la mente fragmentada de Nijinsky en su camino hacia la locura. Queda en claro que Letter to a Man no es una pieza de danza, sino una obra de teatro que utiliza el lenguaje corporal para reflejar las palabras del diario de Nijinsky.
¿Qué? Letter to a Man.
¿Dónde? Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125, CABA).
¿Cuándo? Del jueves 7 al domingo 10 de septiembre.
¿Cuánto? Entradas desde $700.
Ficha técnico artística Dirección, escenografía y luces: Robert Wilson. Con: Mikhail Baryshnikov. Texto: Christian Dumais-Lvowski, basado en el diario de Vaslav Nijinsky (con el permiso de The Vaslav and Romola Nijinsky Estate).