La intemperie de las cosas es la ópera prima de Belén Coluccio y Andrés García Strauss dirigida en conjunto con Matías Miranda. Los artistas registran con precisión el espacio de la sala, son conscientes de que allí conviven múltiples significados incontrolables: olores, colores, texturas, niveles, sonidos externos, los cuerpos de los espectadores, sus propios cuerpos que modifican el entorno y mucho más. Como espectadores podemos focalizar en estos diferentes elementos y también dejarnos llevar por el tono que inaugura la ficción. Acciones y objetos dejan de estar vinculados por relaciones de causalidad, así, los personajes habitan los espacios en un fluir extraordinario que por momentos resulta hipnótico. Cada espectador puede construir, a partir de fragmentos, la historia que desea.
El Teatro del Perro tiene una pequeña puerta por la que ingresamos a la sala y, por esa misma puerta, también entran y salen los personajes de la obra: dos cuerpos mimetizados, dos cuerpos en plena batalla y más allá del género: dos energías en movimiento. El espacio físico del teatro se presenta en su totalidad ante nuestros ojos, a la vez desnudo y poblado de significaciones. La obra también genera un efecto inmediato de autopercepción. Desde que se apagan las luces de la sala hasta que comienza la acción pasan algunos minutos, suficientes para reconocernos en el acto de expectación y para escuchar nuestra propia respiración. Algo de este flujo íntimo se mantiene durante toda la función, un estado que nos llega desde la calidad de los movimientos de los actores: sus voces, sus ojos encendidos y sus acciones fuera de toda lógica cotidiana.
El tiempo también se problematiza, se ralentiza y se acelera hasta desestabilizar su flujo constante, como si pudiéramos observar el comportamiento de dos humanos en un futuro tan lejano como inconcebible. La obra abre un portal desde el cual echar un vistazo a los tristes vaivenes de la humanidad: rituales inconclusos, movimientos rutinarios y trayectos repetidos. La partitura de movimientos, sonidos y textos de la obra funcionan armónicamente y nos arrastran hacia zonas desconocidas. Recordando el pensamiento del filósofo francés Merleau-Ponty es necesario decir que el espacio no existe en sí mismo, sino en relación al sujeto y al campo fenomenal de la conciencia. Así, cuerpo y lenguaje se ven implicados en una obra que se ancla en el espacio y nos regala la posibilidad de ser, a la vez, espectadores situados.
¿Qué? La intemperie de las cosas.
¿Dónde? Teatro del Perro (Bonpland 800, CABA).
¿Cuándo? Los domingos a las 20:30 horas (Hasta el 26/11).
¿Cuánto? Entradas a $130.
Ficha técnico artística: Autoría: Belén Coluccio y Andi García Strauss. Intérpretes: Belén Coluccio y Andi García Strauss. Vestuario: Endi Ruiz. Iluminación: David Seiras. Realización de vestuario: Emiliana De Cristofaro. Grabación De Sonido: Pablo Berardi. Sonido: Andi García Strauss. Operación de luces: Laura Saban. Operación de sonido: Tatiana Frean. Fotografía: Kenny Lemes. Diseño gráfico: Leandro Ibarra. Asesoramiento dramatúrgico: Eric Barenboim. Asistencia general: Anahí Villar. Colaboración artística: Carolina Angriman. Dirección: Belén Coluccio, Andi García Strauss y Matías Miranda.