Londres es una ciudad que no admite el aburrimiento, menos aún para los amantes del arte. Ya sea que te guste el arte plástico, la música o el teatro, hay para todos los gustos y con una variedad que abruma hasta al más habituado. En mi caso elegí viajar para recorrer y conocer un poco de todo.
Viajar a Londres siempre es un placer, sobre todo porque la oferta teatral es inmensa. Podés encontrar desde las grandes producciones hasta las piezas más experimentales, todos tienen su lugar en una de las plazas teatrales más importantes del mundo. Los precios van desde las 5 libras hasta pasadas las 100, pero hay bastantes lugares donde se puede conseguir entradas económicas para los espectáculos más caros, es sólo cuestión de buscar.
Como toda fanática de los musicales no podía perderme las puestas que están pisando fuerte en el West End, así que me di el lujo de ver estas cinco maravillosas obras: An American in Paris; Annie; Aladdin; The Wind in the Willows y 42nd Street. Asimismo fui al teatro tradicional y tuve el honor de ver la producción de Hamlet del Almeida Theatre protagonizada por Andrew Scott (Sherlock) y Jessica Brown Findlay (Downton Abbey), además de darme un gusto y ver King Lear en el Shakespeare’s Globe.
An American in Paris está basada en la película homónima protagonizada por el gran Gene Kelly; Aladdin es la última gran producción de Disney en teatro; The Wind in the Willows es una adaptación maravillosa de un cuento clásico inglés hecha por el creador de Downton Abbey (Julian Fellows), y 42nd Street es un clásico basado también en una película homónima de 1933. Las obras Hamlet y King Lear son dos tragedias escritas por William Shakespeare, la primera es una adaptación contemporánea hecha por el reconocido director Robert Icke, y la segunda cuenta con la producción del Shakespeare’s Globe y es dirigida por Nancy Meckler.
¿Podría haber ido a ver más cosas? Seguramente, ganas no me faltaban. Aunque el tiempo y el dinero son dos condiciones necesarias, se resuelven de forma escasa en un viaje corto y con presupuesto limitado. Me quedé con las ganas de ver mucho más y me perdí de algunos musicales porque lamentablemente tuve que elegir.
Recomiendo a todo aquel que pise Londres en los próximos meses, que no se pierda por nada del mundo el musical 42nd Street. Es un clásico de esos que nunca pasan de moda. Tiene un elenco alucinante que te deja con la boca abierta con cada zapateo, los protagonistas bailan y cantan muy bien, el vestuario y la escenografía deslumbra con mucho brillo y color, y absolutamente nada está librado al azar. Y si sos un ochentoso como yo, no podés perderte la actuación de la sorprendente Sheena Easton en un papel que le queda pintado.
Definitivamente Londres tiene hoy en día una cartelera exquisita, con espectáculos y artistas que te van a sorprender. Basta con ingresar al sitio web www.westendtheatrebookings.com para darse cuenta de todo lo que la ciudad tiene para ofrecer. Así que si planeas un viaje al otro lado del Atlántico no lo dudes y hacete un lugar para esta ciudad.