I.D.I.O.T.A. es, en esta obra, una sigla específica pero también un modo de ser y hacer bastante común en nuestra sociedad. La pieza de Jordi Casanovas adquiere un tinte local muy marcado, dado tanto por las interpretaciones como por la acertada adaptación de Veronese. Resulta placentero ver a dos grandes actores fluir en escena enmarcados en un sistema bien delimitado por la dirección, y la puesta se sostiene en la escenografía de Jorge Ferrari, quien crea un ambiente aséptico y totalmente funcional al experimento que se propone. La obra ya fue estrenada en Madrid y en México con buena recepción del público, y la ciudad de Buenos Aires no será la excepción.
Carlos Varela es un taxista que conoce los caminos tortuosos que pueden llevar a la desesperación: el personaje que interpreta Machín sufre varios aprietos económicos que lo incitan a participar de un experimento psicológico a cambio de una salvadora cantidad de dinero. Él no tiene claros los detalles del contrato firmado para participar, de hecho confiesa no haberlo leído, cegado por el apuro y por la belleza de la señorita que se lo entrega. Hasta piensa que quizás se trata de un libro sobre él o un inocente multiple choice, o quizás de un equipo de ventas muy ingenioso de un tiempo compartido. Pero todas estas opciones se desmoronan cuando las medidas de presión comienzan a ser más y más evidentes, y el experimento se muestra aceitado y con pautas claramente especificadas en un largo contrato.
Carlos pide opciones, preguntas más fáciles o un ambiente más ameno, pero la psicóloga —encargada de llevar adelante el experimento— tiene intenciones claras de guiarlo hasta límites que él desconoce hasta el momento. María José Gabin se pone en la piel de la psicóloga implacable, la responsable a cargo de la prueba con un método disciplinario tanto físico como psicológico. Ella se encuentra en contacto con un equipo que observa y controla desde afuera del recinto minimalista donde sucede la acción, y es a partir de dicha comunicación que se develan los mecanismos de presión y coacción que operan sobre ambos personajes: el manipulador y el manipulado como víctimas de un mismo sistema perverso.
Resulta interesante ver cómo se entretejen fragmentos de la vida personal de Carlos y se utilizan con fines macabros. El personaje tiene un tiempo acotado para responder enigmas que ponen en jaque el razonamiento cotidiano y proponen vías alternativas de pensamiento. Responder bien es crucial para evitar que la vida personal se vea comprometida, y es aquí en donde se sacan varios trapitos al sol: el sueño del trabajador independiente, un crédito que pone en peligro la casa familiar, una multa que no puede pagar y una serie de mentiras piadosas que lo tienen a Carlos en una situación muy vulnerable. Los hechos se encadenan con un ritmo sostenido y Machín juega con las sutilezas hasta llegar al borde de la desesperación.
La maestría en la dupla Gabin/Machín hace que la obra tenga un aliento de vida especial y un vaivén orgánico entre la comicidad y el dramatismo, dado por la sintonía de sus actuaciones. Ambos forman un microclima donde nos vemos reflejados y podemos preguntar: ¿cuál es el límite ante la presión que genera la falta de dinero? ¿Qué estamos dispuestos a hacer o hasta dónde ceder? ¿Cómo operan el sistema y sus mecanismos sobre nuestros cuerpos? La obra plantea la pregunta sobre la ética del experimento psicológico, y si lo pensamos un poco más allá de las tablas, con suerte también nos preguntaremos sobre la ética del capitalismo en los tiempos que corren.
¿Qué? I.D.I.O.T.A.
¿Cuándo? De miércoles a domingos a las 20.30 horas.
¿Dónde? Teatro El Picadero (Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA).
Ficha técnico-artística
Autoría: Jordi Casanovas.
Actúan: María José Gabin y Luis Machín.
Diseño de vestuario: Daniela Dearti.
Diseño de escenografía: Jorge Ferrari.
Diseño de luces: Marcelo Cuervo.
Realización de escenografía: William Perez.
Video: Maxi Vecco.
Stage Manager:Gonzalo Martínez.
Operación técnica: Mariano Luna.
Fotografía: Alejandra López.
Diseño gráfico: Diego Heras.
Asistencia de dirección: Gonzalo Martínez.
Producción ejecutiva: Luciano Greco.
Producción: Sebastián Blutrach.
Coordinación de producción: Romina Chepe.
Coordinación técnica: Alberto López Sierra.
Dirección: Daniel Veronese.