El nervio óptico, con dirección de Analía Couceyro, propone un recorrido atípico y teatral del Museo de Bellas Artes a través de fragmentos del libro homónimo de María Gainza. Se trata de siete excelentes actrices y siete obras del MNBA, en una relación que se entrama en el recorrido de una red de ida y vuelta de sentidos.
Tanto los cuadros como los personajes se nos revelan de a poco y ese descubrimiento de lo íntimo, tanto en las obras como en las vidas de los personajes, nos atrapa de inmediato. En cada una de las siete paradas del recorrido nos encontramos con un monólogo que juega con la riqueza de la interacción entre la fuerza de lo teatral, la palabra literaria y lo pictórico. Vemos desplegarse un imaginario que mezcla relatos de vidas privadas con relatos sobre personajes de vida pública: los artistas. Aparecen devenires de sus carreras, épocas y recorridos muy diferentes entre sí, que se unen en la subjetividad de los personajes que encarnan los monólogos.
El nervio óptico fue editado en el 2014 por la editorial Mansalva y es el primer libro de ficción de María Gainza. El libro tiene once capítulos donde la narradora hilvana sucesos personales y encuentros con diferentes obras que pueden ser vistas en museos públicos de Buenos Aires. Así, deslizarnos por las páginas del libro también nos lleva a abrir varias pestañas de internet para ver o volver a ver las imágenes de las obras, las caras de los pintores y los espacios referidos. Ficción y algo de historia del arte se unen en esta propuesta para nuestro deleite. La versión teatral del libro selecciona siete relatos que contienen obras –que pueden verse en el MNBA– de Cándido López, Gustave Courbet, El Greco, Mark Rothko, Henri Julien Félix Rousseau, Tsuguharu Foujita y Augusto Schiavoni.
El puntapié inicial del recorrido lo da la actriz Luciana Mastromauro a partir de la obra Batalla de Yataytí Corá, del pintor y teniente de la Guerra de la Triple Alianza, Cándido López. Este primer monólogo narra un poco sobre esas grandes batallas y también sobre las pequeñas batallas de cada día, como pronuncia el personaje: “Tengo hace un rato la sensación de que me estoy olvidando de algo. Desde que empezó el embarazo mi cerebro pierde información como una manguera pinchada”. En la segunda parada del recorrido nos encontramos con una potente invocación al mar guiada por Anabella Bacigalupo. Este relato mezcla el mar de Courbet con el recuerdo de un collage del color del mar en las paredes de una habitación que ya no existe. La próxima estación nos hace contener el aliento, algo a lo que la actriz Julieta Vallina nos tiene acostumbrados. Nos espera parada al lado de una obra de El Bosco, que según su personaje “debería verse haciendo la vertical”, se trata de Jesús en el huerto de los Olivos. Seguimos el recorrido con los monólogos de Laura López Moyano y Florencia Bergallo, cada una con su impronta particular, nos sumergen en un imaginario ligado a las obras de Rothko y Henri Le Douanier Rousseau. La anteúltima parada es en la obra Autorretrato de Léonard Foujita, allí la actriz Juliana Muras se pregunta por el cambio de nombre del pintor de nacionalidad japonesa: “Fujita se convierte en Foujita”. Planteándose estas mutaciones también nos muestra cambios rotundos e imperceptibles en su propia vida. Finaliza el camino Analia Couceyro, en cruce con la obra La niña sentada del Augusto Schiavoni y se pregunta si, tal vez “no son todas las buenas obras pequeños espejos”.
La experiencia teatral en el museo plantea la contradicción entre los valores tradicionales de singularidad, autenticidad e irrepetibilidad del arte, y la condición efímera de lo teatral que vive en la repetición. Parte del atractivo de la obra proviene de esta contradicción y de la potencia actoral de cada una de las actrices que se plantan a dialogar con las obras.
La solemnidad de la visita al museo es dejada de lado por el impulso explorador que nos inyectan la novela de María Gainza y el recorrido teatral de Analía Couceyro. Ambas nos acerca a las obras y nos invitan a escucharlas íntimamente. A partir de estos monólogos entramos en una zona de confianza con las obras, les permitimos recordarnos quiénes somos, cómo somos y qué sentimos.
¿Qué? El nervio óptico.
¿Cuándo? Últimas funciones 20 y 21 de diciembre a las 20 horas.
¿Dónde? En el Museo Nacional de Bellas Artes (Av. Del Libertador 1473, CABA).
¿Cuánto? La entrada es gratuita y se puede adquirir, una por persona, a las 19 horas en el hall central. (El espectáculo tiene capacidad limitada de 40 espectadores)
Ficha técnico-artística
Versión teatral: María Gainza y Analia Couceyro.
Actúan: Anabella Bacigalupo, Florencia Bergallo, Analía Couceyro, Laura López Moyano, Luciana Mastromauro, Juliana Muras y Julieta Vallina.
Vestuario: Lara Sol Gaudini.
Fotografía: Rosana Schoijett.
Asistencia de dirección: Julieta Marcovich.
Dirección: Analía Couceyro.