Competencia Internacional
Directores de diferentes nacionalidades a lo largo del tiempo han filmado de forma muy diversa el horror relacionado con el Holocausto. La lista de películas consagradas que abordan esta temática es larga y contiene films tan diversos como Noche y niebla (Nuit et brouillard, 1955) de Alain Resnais y El hijo de Saúl (Saul fia, 2015). Ser original al abordar un tema tan trabajado es un desafío difícil que Andrey Konchalovskiy logra magníficamente.
Filmada enteramente en blanco y negro, Paradise (Rai, 2016) es una película de una belleza estética extraordinaria en la cual cada plano se caracteriza por una composición e iluminación preciosista. La monocromía junto con el claroscuro le da al film un aire de angustia que está a tono con los hechos que relata. Otra particularidad de este film es que Konchalovskiy no elige el típico encuadre apaisado sino el 4:3. Al recortar de tal forma el espacio se genera una sensación de claustrofobia, a la vez que centra la atención en los personajes que parecen encerrados sin margen de movilidad.
La película narra la historia de tres personajes —aunque no todos de igual protagonismo— cuyas vidas en distintos momentos se cruzan. Jules, un policía francés colaboracionista, arresta a Olga por haber escondido en su casa a dos niños judíos. Esta mujer —a quien Jules apoda “la princesa rusa”— forma parte del movimiento de resistencia. Gracias a su belleza, Olga consigue que Jules acepte un favor sexual a cambio de su liberación, aunque las cosas no salen según lo planeado y ella finalmente es deportada a un campo de concentración. Los días en cautiverio son ásperos, el trabajo forzado es duro y las condiciones de vida, paupérrimas. Sin embargo, la esperanza de sobrevivir resurge cuando Olga se encuentra con Helmut, un amante del pasado que ahora es un alto mando nazi.
Junto con las escenas que hacen avanzar el relato, se intercalan otras que se suelen asociar con el cine documental. Sentados tras una mesa, de a uno, Jules, Olga y Helmut responden preguntas de un interrogador al que espectador no oye. En coordenadas de espacio y tiempo indeterminadas, cada personaje relata su historia, sus pensamientos y creencias. Las excelentes actuaciones de los actores junto con las tan significantes miradas a cámara generan un efecto de honestidad brutal. Escucharlos justificar sus actos los humaniza, provoca que no veamos a los que colaboraron con el nazismo como monstruos sanguinarios, sino como personas.
El mérito de Konchalovskiy es retratar con hermosura la historia e interioridad de tres personajes que representan posiciones disímiles ante la guerra. Definitivamente, no se trata de otra película más que aborda el Holocausto, sino de una obra bellísima que amenaza con llevarse el Astor de oro.
Trailer
Título original: Rai.
Año: 2016.
País: Rusia.
Director: Andrei Konchalovsky.
Guión: Elena Kiseleva, Andrey Konchalovsky.
Fotografía: Aleksandr Simonov.
Reparto: Yuliya Vysotskaya, Christian Clauss, Philippe Duquesne, Peter Kurth, Jakob Diehl, Viktor Sukhorukov, Vera Voronkova, Jean Denis Römer, Caroline Piette.
Productora: DRIFE Productions / Production Center of Andrei Konchalovsky.
Duración: 130 minutos.