MDQFest — Hadas Ben Aroya: “Estamos muy preocupados por nuestra imagen, es una característica de nuestra generación”

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MDQFest — Hadas Ben Aroya: “Estamos muy preocupados por nuestra imagen, es una característica de nuestra generación”

Son apenas las cinco de la tarde del sábado y Hadas Ben Aroya —directora israelí de 28 años de edad— llega a la entrevista sin sospechar que esa misma noche será premiada con el Astor de Oro.

Peo­ple That Are Not Me, su ópe­ra pri­ma, tra­ta so­bre la so­le­dad, la in­co­mu­ni­ca­ción y la in­ti­mi­dad. Joy —en­car­na­da por la pro­pia Aro­ya— com­par­te su cama con di­fe­ren­tes hom­bres, pero nada de lo que su­ce­de allí lo­gra sa­tis­fa­cer las ne­ce­si­da­des sen­ti­men­ta­les de la jo­ven.

Hadas

¿Fue di­fí­cil di­ri­gir y ac­tuar al mis­mo tiem­po?
No. Por un lado la ma­yo­ría de la pe­lí­cu­la está fil­ma­da en lo­ca­cio­nes pe­que­ñas y solo éra­mos un per­so­na­je mas­cu­lino y yo. Por otro, fue fá­cil por­que lo ha­bía­mos en­sa­ya­do mu­cho, no tuve que di­ri­gir­me por­que sa­bía lo que que­ría lo­grar. Yo es­ta­ba se­gu­ra en cuan­to al pro­pó­si­to de cada es­ce­na y me de­ja­ba lle­var de for­ma na­tu­ral. En cuan­to a las es­ce­nas como las del bo­li­che, don­de ha­bía más per­so­nas fren­te a la cá­ma­ra, fue­ron un poco más com­pli­ca­das. En esos mo­men­tos me sen­tí muy es­tre­sa­da, pero te­nía otra per­so­na que me ayu­da­ba a di­ri­gir. Tam­bién los ac­to­res me tran­qui­li­za­ban: en lu­gar de cal­mar­los yo a ellos, ellos me da­ban áni­mos a mí [ri­sas].

¿Cómo fue el tra­ba­jo con el res­to del equi­po?
Hace al­gu­nas dé­ca­das los di­rec­to­res de cine eran como dic­ta­do­res, pero hoy ya no es así. No es ne­ce­sa­rio ser tan duro y creo que esa for­ma de con­du­cir­se ha ter­mi­na­do. La gen­te con la que tra­ba­jé son to­dos ami­gos que co­noz­co des­de hace mu­cho tiem­po. Siem­pre an­tes de los en­sa­yos de­di­ca­mos una hora a ha­blar de nues­tros pro­ble­mas per­so­na­les. Me pa­re­ce im­por­tan­te ge­ne­rar una cer­ca­nía con la gen­te del staff por­que de esa for­ma se pue­de lo­grar trans­mi­tir esa in­ti­mi­dad en la pan­ta­lla. Por eso sólo tra­ba­jo con gen­te con la que me pue­do lle­var bien y co­mu­ni­car en un ni­vel más pro­fun­do.

¿Por qué ele­gis­te in­ter­pre­tar al per­so­na­je prin­ci­pal vos mis­ma?
Al prin­ci­pio, este film iba a ser un cor­to de gra­dua­ción que iba a es­tar pro­ta­go­ni­za­do por otra per­so­na. Yo no soy ac­triz y no lo quie­ro ser; nun­ca fue un ob­je­ti­vo. Tra­ba­jé con una ac­triz por unos me­ses, pero no fun­cio­nó para nin­gu­na de no­so­tras; en­ton­ces me di cuen­ta que te­nía que ha­cer­lo yo mis­ma. Esta de­ci­sión se tomó dos se­ma­nas an­tes de co­men­zar a ro­dar. Yo es­ta­ba muy asus­ta­da, pero mi asis­ten­te de di­rec­ción me cal­mó di­cién­do­me que era una bue­na de­ci­sión. Mi­rán­do­lo en re­tros­pec­ti­va, fue bueno que ha­ya­mos en­sa­ya­do con otra ac­triz, de esa ma­ne­ra pude ver al per­so­na­je des­de afue­ra y en­ten­der­lo des­de una pers­pec­ti­va que no hu­bie­se po­di­do de otra for­ma.

¿Qué as­pec­tos de tu per­so­na­li­dad ves re­fle­ja­dos en Joy?
Se ase­me­ja a mí cuan­do te­nía 24 o 25 años. A esa edad, gas­té de­ma­sia­da ener­gía tra­tan­do de im­pre­sio­nar a per­so­nas que no me eran sig­ni­fi­ca­ti­vas. Eso es­ta­ba re­la­cio­na­do con la ju­ven­tud y la fal­ta de con­fian­za. Joy, para sen­tir­se com­ple­ta, ne­ce­si­ta la apro­ba­ción de los de­más.

¿Por qué ele­gis­te ti­tu­lar tu pe­lí­cu­la Peo­ple That Are Not Me?
No es por una ra­zón es­pe­cí­fi­ca. Que­ría que el tí­tu­lo no fue­se den­so, sino más bien li­viano y jo­ven. Tam­bién era ne­ce­sa­rio que fue­se en pri­me­ra per­so­na por­que es un film muy per­so­nal. Tie­ne que ver con la im­po­si­bi­li­dad de co­mu­ni­car­se. Hoy en día es­ta­mos de­ma­sia­do pen­dien­tes de no­so­tros mis­mos, muy au­to­cons­cien­tes de una for­ma muy nar­ci­sis­ta. La ge­ne­ra­ción de nues­tros pa­dres es­ta­ba me­nos preo­cu­pa­da por es­tas cues­tio­nes en com­pa­ra­ción con la nues­tra. No quie­ro ha­blar de la cul­tu­ra de la sel­fie, Fa­ce­book, Ins­tra­gram y todo eso, pero es­ta­mos muy preo­cu­pa­dos por nues­tra ima­gen, es una ca­rac­te­rís­ti­ca de nues­tra ge­ne­ra­ción. Peo­ple That Are Not Me (“gen­te que no es/soy yo”) toca cues­tio­nes acer­ca de cómo otras per­so­nas me ven, qué pien­san de mí… pro­ba­ble­men­te nada, es­tán pen­san­do en ellos mis­mos.

¿Es una pe­lí­cu­la que re­tra­ta una ge­ne­ra­ción?
Sí, es so­bre una ge­ne­ra­ción que no está sa­tis­fe­cha y que bus­ca la apro­ba­ción de los de­más para va­li­dar­se. Es una pe­lí­cu­la so­bre la so­le­dad.

La so­le­dad tam­bién está re­fle­ja­da en las es­ce­nas de sexo. Pa­re­cie­ra que, en los mo­men­tos de ma­yor in­ti­mi­dad, los per­so­na­jes no lo­gran co­nec­tar­se. La for­ma en que es­tos mo­men­tos son re­tra­ta­dos es muy ex­plí­ci­ta y ho­nes­ta.

Me gus­tan las pe­lí­cu­las rea­lis­tas y eso es lo que in­ten­to lo­grar. Me gus­ta cuan­do pa­re­cen do­cu­men­ta­les pero tam­bién son ci­ne­ma­to­grá­fi­cas y au­tén­ti­cas. Mi in­ten­ción no fue ni ex­ci­tar al pú­bli­co ni in­co­mo­dar­lo, sino mos­trar algo rea­lis­ta. El sexo tie­ne que ser fil­ma­do de for­ma na­tu­ral. Es pa­té­ti­co cuan­do la fan­ta­sía se lle­va a la reali­dad. Esto lo ves, por ejem­plo, en el mo­men­to en que Nir cum­ple su fan­ta­sía: es ate­rra­dor, no sabe qué ha­cer, se sien­te in­có­mo­do y se mar­cha.

¿Cómo es ser una mu­jer ci­neas­ta en una in­dus­tria que es ma­yor­men­te mas­cu­li­na?
Des­de que co­men­cé a es­tu­diar cine, me di cuen­ta que es una in­dus­tria ma­yor­men­te mas­cu­li­na y nun­ca en­ten­dí por qué. Com­pren­do que hay cier­tos pues­tos que por cues­tio­nes téc­ni­cas son sólo ocu­pa­dos por hom­bres. Al­gu­nos tra­ba­jos im­pli­can car­gar peso, como ser ca­ma­ró­gra­fo o en­car­ga­do de ilu­mi­na­ción; no sue­len ser es­pa­cios ocu­pa­dos por mu­je­res. A lo que nun­ca ha­llé ex­pli­ca­ción es por qué hay po­cas mu­je­res di­rec­to­ras. De he­cho, me pa­re­ce que es un rol más fe­me­nino que mas­cu­lino, ya que no­so­tras so­mos más sen­si­ti­vas; ve­mos las co­sas de for­ma di­fe­ren­te y nos es más fá­cil re­fle­jar­lo en el arte. En Is­rael hay mu­chas mu­je­res di­rec­to­ras, es­toy muy fe­liz y or­gu­llo­sa de eso.

¿Hay al­gu­na di­rec­to­ra que con­si­de­res in­flu­yen­te en tu cine?
Me gus­ta mu­cho Ro­nit El­ka­betz. Ella tam­bién di­ri­ge y ac­túa en sus films. Es una diva; cuan­do en­tra a un cuar­to na­die pue­de ig­no­rar su pre­sen­cia. Du­ran­te el ro­da­je de mi pe­lí­cu­la, cuan­do me sen­tía asus­ta­da por las es­ce­nas de sexo, pen­sa­ba en ella y cómo El­ka­betz lo ha­ría por­que es fuer­te y con­fia­da. Tam­bién Ma­ren Ade tie­ne va­rias pe­lí­cu­las que me gus­tan.

¿Y al­gu­na pe­lí­cu­la que te pa­rez­ca sig­ni­fi­ca­ti­va?
La vida de Adè­le (La Vie d’Adèle — Cha­pi­tres 1 et 2, 2013) fue una gran in­fluen­cia para mí por la for­ma de ser de Adè­le. Ella es au­tén­ti­ca, la sien­to viva, pue­do oler­la. Es in­ten­sa; cuan­do ama lo hace com­ple­ta­men­te. Me en­can­ta esa cla­se per­so­nas, tan­to en el cine como en la vida real. Ade­más, me gus­ta que las es­ce­nas de sexo es­tén fil­ma­das de for­ma rea­lis­ta. La ma­yo­ría de las ve­ces, odio cuan­do di­rec­to­res mas­cu­li­nos di­ri­gen a las ac­tri­ces cuan­do ha­cen de les­bia­nas, pero en este caso se ha he­cho un gran tra­ba­jo.

RE­CO­MEN­DA­CIO­NES

Un ál­bum: Anti de Rihan­na.
Un via­je: Una vi­si­ta a Tel Aviv.
Un li­bro: Una ami­ga es­tu­pen­da de Ele­na Fe­rran­te.
Una pe­lí­cu­la: Pa­ra­di­se: Love de Ul­rich Seidl.

 

Trai­ler

Tí­tu­lo ori­gi­nal: Anas­him shehem lo ani.
Año: 2016.
País: Is­rael.
Di­rec­to­ra: Ha­das Ben Aro­ya.
Guión: Ha­das Ben Aro­ya.
Mú­si­ca: Yu­val Shen­har.
Fo­to­gra­fía: Mei­dan Ara­ma.
Re­par­to: Ha­das Ben Aro­ya, Yo­na­tan Bar-Or, Meir To­le­dano, Netzer Cha­ritt y Ha­gar Enosh.
Du­ra­ción: 80 mi­nu­tos.

Karina Korn
Karina Korn
Licenciada y profesora en Artes Combinadas (UBA). En febrero fue seleccionada para participar en Talents Press Buenos Aires 2017. Fue premiada con la beca JIMA (Jóvenes Intercambio México Argentina) para estudiar en la Universidad Veracruzana. También fue seleccionada para participar del Programa País para el Festival de Cine de Mar del Plata (2015). Fue investigadora del Área de Investigación en Ciencias del Arte (AICA) a cargo del Dr. Jorge Dubatti y jurado del Premio Teatro del Mundo del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas.