Premios y nominaciones aparte, este film está cosechando en cada lugar en el que se estrena una La La Land manía –de la que me declaro parte- y no sólo en críticos de cine, sino en el público en general, ya que logra conjugar de manera armoniosa el clasicismo y la modernidad. Los bailes de tap, el jazz, la construcción inocente de Mía (Emma Stone), y los trajes vintage de Sebastian (Ryan Goslin), transportan a la narración a un pasado dorado. Todo esto se completa con el trabajo vertiginoso de la cámara, el ritmo acelerado de la primera parte del film, los guiños de humor, y la hipertextualidad manifiesta, devolviendo la historia a la actualidad. Con respecto a este último elemento (la hipertextualidad), se puede insertar al film en un árbol genealógico en el que se entretejen parentescos que van desde Jaques Demy, autor de Les parapluies de Cherbourg (1964) y Stanley Donen, director de Singing in the rain (1952), hasta los números de baile de Fred Astaire o la magia de Moulin Rouge! (2001). Se trata de una síntesis de la historia del género musical.
Mía y Sebastian se conocen en un embotellamiento en la autopista: los conocemos indirectamente por el marco de la ventana del auto y el del espejo retrovisor respectivamente. Los marcos y los reflejos van a reaparecer en varias oportunidades, como formas de conocimiento y profundización de los personajes. También hay una relación con el espectáculo, los personajes son mirados por ellos mismos, se recortan en pequeños fragmentos, se muestran y se proyectan como en una pantalla. Y, aunque no lo buscan, cuando van al cine terminan introduciéndose en el film. La magia, los sueños, la ciudad, el espectáculo, y el romance se mezclan continuamente.
El film trabaja desde la exhibición y la desmesura, hasta la pequeñez. El inicio es monumental: un mega número de danza y música en el medio de una autopista con una cámara que baila al compás y que se mueve sin cortes a través de una larga fila de automóviles. La aceleración, la explosión de colores y la alegría de la música caracterizan este momento en que el amor nace. posteriormente el relato se asienta al igual que el amor: se pasa de la chispa a la costumbre. El silencio inunda las salas de cine en ese momento. La cámara sigue utilizando las tomas largas y los planos secuencias para profundizar en la interioridad de los personajes. Los rodea, los muestra en su vulnerabilidad, nos permite acercarnos a la sutileza de sus actuaciones. Es allí donde se nota la exquisita dirección y la magnitud del trabajo de ambos actores que emocionan hasta las lágrimas. El momento cumbre es sin dudas Audition (the fools who dream), una de las canciones originales nominadas a los Oscars. Allí la súper estrella Emma Stone se desarma, se desnuda y deja ver únicamente a Mía.
La ciudad de las estrellas es sin dudas Los Ángeles, pero aquí se decidió mostrar mucho más que el cartel de Hollywood, como en la mayoría de las cintas rodadas allí. La colina en la que bailan los protagonistas deja ver una imagen encantadora de la urbe: es el lugar en el que los sueños se hacen realidad. Pero, además, Chazelle y compañía –en especial Justin Hurwitz, director musical, y Linus Sandgren, a cargo de la fotografía- dan vuelta esta frase, transforman la ciudad en el lugar en donde la realidad se confunde con los sueños. La magia emerge de cada elemento: las vistas, los efectos, el vuelo de las faldas, el trabajo con los colores, la danza, el jazz, y la iluminación.
No es un film romántico, es una balada para el cine. Es un homenaje a los tontos que sueñan (soñamos), permite una mirada mágica, y que en el final deja la puerta abierta a todos aquellos caminos no tomados, a los “hubiera”. La ciudad de las estrellas definitivamente están brillando para ellos.
Título original: La La Land
Año: 2016
País: Estados Unidos
Director: Damien Chazelle
Guion: Damien Chazelle
Fotografía: Linus Sandgren
Música: Justin Hurtwitz
Reparto: Emma Stone, Ryan Goslin, Jhon Legend, J.K. Simons.
Productora: Summit Entertainment / Gilbert Films / Impostor Pictures / Marc Platt Productions
Duración: 127 min.