La construcción de lo sagrado en La helada negra

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La construcción de lo sagrado en La helada negra

En el campo de los hermanos Lell aparece una muchacha extraña en la madrugada y, aquello que parecía un fenómeno natural irremediable, la temible helada negra, da marcha atrás. Con estos datos y recursos, como el silencio o el trabajo con las texturas, se construye una atmósfera misteriosa alrededor de la joven Alejandra que se erige como una santa.

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Para co­men­zar a ha­blar so­bre esta pe­lí­cu­la no se pue­de es­ca­par de la de­fi­ni­ción del con­cep­to de he­la­da ne­gra, que le da nom­bre al film. Se tra­ta de un fe­nó­meno cli­má­ti­co muy per­ju­di­cial para las plan­ta­cio­nes. Es pro­du­ci­do por el frío ex­tre­mo y una vez que co­mien­za no tie­ne so­lu­ción. Es la muer­te de la ve­ge­ta­ción, sin más. La pri­me­ra ma­ra­vi­lla, en­ton­ces, es ha­cer re­tro­ce­der a la na­tu­ra­le­za. Sin em­bar­go la he­la­da es solo una ex­cu­sa que sir­ve como pun­to de par­ti­da de una cons­truc­ción su­pe­rior, que es la de lo mí­ti­co-di­vino y la ne­ce­si­dad de creen­cia de las per­so­nas.

Lo sa­gra­do está cons­trui­do en dos ni­ve­les, con una cohe­ren­cia casi per­fec­ta. Por un lado, en el ni­vel de la his­to­ria –lo que se cuen­ta– se van des­ple­gan­do los mi­la­gros de Ale­jan­dra que co­mien­zan sien­do es­pon­tá­neos: hace apa­re­cer pe­ces en un be­be­de­ro, sal­va las va­cas de un cam­po y sana los gra­nos de un agri­cul­tor; para lue­go con­ver­tir­se en una la­bor. Aque­llo que em­pie­za como un mur­mu­llo del que la pro­ta­go­nis­ta no se hace car­go, ter­mi­na por ser com­ple­ta­men­te blan­quea­do en la es­ce­na: des­de el di­bu­jo de una mis­te­rio­sa san­ta, has­ta la cons­truc­ción de un al­tar en el que se la en­tro­na.

En el ni­vel del re­la­to –es de­cir, del cómo se cuen­ta– el di­rec­tor eli­gió uti­li­zar lo sen­so­rial: los so­ni­dos y so­bre todo el tra­ba­jo con tex­tu­ras que se su­per­po­nen a al­gu­nas imá­ge­nes. Pero lo más in­tere­san­te de su tra­ba­jo fue­ron los si­len­cios, lo no di­cho, lo que no se dice pero se deja en­tre­ver, aque­llo que no se ex­pli­ca pero se en­tien­de. Este es sin du­das el pun­to fuer­te del re­la­to, ya que lo­gra cap­tar el nú­cleo de la creen­cia: no ha­cen fal­ta pa­la­bras para com­pren­der, ni ar­gu­men­tos ló­gi­cos para creer. El mis­te­rio se en­cie­rra aquí.

la helada negra 01

Pese a que la obra se em­pe­ña en tra­ba­jar con la opa­ci­dad, exis­ten dos es­ce­nas que nos sa­can de cli­ma ya que el au­tor pa­re­ce ha­ber su­cum­bi­do a la ne­ce­si­dad de ex­pli­ca­cio­nes ar­gu­men­ta­les: son los mo­men­tos de Ale­jan­dra con su no­vio. Si bien no se ter­mi­nan de ex­pli­car las re­la­cio­nes que se es­ta­ble­cen con esa co­mu­ni­dad apar­te, la in­tro­duc­ción de ese otro mun­do rom­pe con el her­me­tis­mo lo­gra­do an­te­rior­men­te.

La úni­ca ac­triz pro­fe­sio­nal de la obra es Ai­lín Sa­las (Ale­jan­dra) y los de­más per­so­na­jes son en­car­na­dos por po­bla­do­res lo­ca­les. Este dato de co­lor no es me­nor, ya que la re­la­ción en­tre los in­tér­pre­tes pa­re­ce re­pli­car a la de la pe­lí­cu­la: hay una es­pe­cie de pa­ra­le­lo en­tre la ac­triz pro­fe­sio­nal ex­ter­na al pue­blo que lle­ga como una ex­tra­ña y co­mien­za a en­ta­blar re­la­ción con los lu­ga­re­ños y el per­so­na­je de la san­ta.

Ma­xi­mi­liano Schon­feld vuel­ve a cons­truir aquí un am­bien­te cam­pes­tre –que ya ha­bía abor­da­do en su ópe­ra pri­ma, Ger­ma­nia– para con­tar una his­to­ria que po­dría ser un ru­mor o mito de cual­quier pue­blo del in­te­rior.

Trai­ler

 

 

Tí­tu­lo ori­gi­nal: La he­la­da ne­gra
Año: 2016
País: Ar­gen­ti­na
Di­rec­tor: Ma­xi­mi­liano Schon­feld
Guión: Ma­xi­mi­liano Schon­feld
Fo­to­gra­fía: Gus­ta­vo Re­jan
Re­par­to: Ai­lín Sa­las, Lu­cas Schell, Be­nigno Lell.
Pro­duc­to­ra: Bár­ba­ra Fran­cis­co y Del­fi­na Mon­tec­chia
Du­ra­ción: 81 mi­nu­tos

Laura Ormaechea
Laura Ormaechea
Es estudiante avanzada de la carrera de Artes Combinadas de la UBA. Complementó su formación participando de los seminarios “Entre el arte y la política: la gran guerra y las transformaciones en la música, la pintura, la literatura y el cine” y “Biopolítica en el arte, ciencia y tecnología” dictados por la Secretaria de Extensión Universitaria y Bienestar estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y el Instituto de Investigación de Departamento Artes del Movimiento (Universidad Nacional de las Artes), respectivamente. Gracias a sus méritos académicos fue seleccionada para participar del Programa País, beca que favorece la presencia de estudiantes en el Festival de Cine de Mar del Plata. En el marco de la XI Jornadas Internacionales de Estética del Cine y Teorías Cinematográficas expuso una ponencia sobre el cine de Xavier Dolan.