El slasher es un subgénero perteneciente al terror que siempre fue visto de reojo por la crítica. Se lo considera como entretenimiento y violencia gratuita para el público más popular, pero que carece de profundidad como para insertarse en los anales de la historia del cine. Aun así, Halloween (1978), que inició de cierta forma este género, pudo soltarse de esas investiduras y lograr el respeto masivo.
A partir del éxito de John Carpenter, y como sucede cada vez que cierto estilo revoluciona, comenzaron a verse “copias” y más “copias”. La mejor de ellas fue Friday the 13h en 1980, dirigida por Sean Cunningham –también productor del clásico de culto Last House on the Left (1972) de Wes Craven–, aunque existen quienes dicen que adquiere influencias de A Bay of Blood, un clásico de culto italiano dirigido por Mario Bava del año 1971.
En principio, Friday the 13h (conocida como Martes 13 en nuestro país) sólo consiguió el aval de los espectadores que la respaldaron llenándola de ganancias y consiguiendo que se realicen numerosas secuelas que no se detienen hasta hoy en día. Pero, con el tiempo, el film se concilió con la crítica, y lo más interesante de esta cuestión, es que el personaje más emblemático de la saga dice presente en las secuelas y no tanto en la primera película.
La historia se centra en el Crystal Lake, donde unos jóvenes acampan en el mismo sitio donde el pequeño Jason, de pocos años de edad, murió ahogado tras ser víctima de bullying. Poco a poco, cada uno de los adolescentes es asesinado sin piedad y el misterio acapara la zona. Una trama, que en nuestro presente suena simple, era en su entonces de las primeras que se animaban a mezclar estos temas: juventud, sexo, abuso, sangre y muerte. A diferencia de Halloween, que incluía personajes adultos como el Dr. Loomis, Friday the 13th está compuesta en su totalidad por protagonistas adolescentes, y entre ellos se destaca la presencia de Kevin Bacon en su debut cinematográfico.
Uno de sus puntos más fuertes son los efectos especiales a la hora de los asesinatos, a cargo del histórico colaborador de George Romero, Tom Savini. Así también la majestuosa música de Harry Manfredi, que compuso el score en relación a las escenas que consideraba que “necesitaban ritmo”. No sólo logró generar climas sino también emocionar con su tema de cierre, una balada imposible de olvidar para quien haya visto la película y realmente inusual para películas de este subgénero. Lo más llamativo es que el guionista (y creador de la historia y los personajes), Victor Miller, no pudo trascender mucho más. Apenas escribió otro slasher, A Stranger is Watching en 1982, dirigida también por Sean Cunningham, que no obtuvo el mismo éxito. Esto lo hizo terminar inclinándose por dirigir obras teatrales y convertirse en el cofundador del Teatro Americano de Shakespeare en Nueva York, donde también enseña escritura dramática.
En resumen, Friday the 13th es una cinta indispensable para los amantes del género y para aquellos que desean ver el nacimiento de un mito. Eso sí, no esperen la máscara de hockey.
Trailer
Ficha técnica Título original: Friday the 13th. Año: 1980. Dirección: Sean Cunningham. Guion: Victor Miller y Sean Cunningham. Elenco: Betsy Palmer, Adrienne King, Jeannine Taylor, Robbi Morgan, Kevin Bacon y Harry Crosby. Producción: Sean Cunningham, Alvin Geiler y Steve Miner Distribuidora: Warner Bros. Duración: 95 minutos.