Desde el comienzo del film se nos presenta la sensación de estar presenciando una vez más, una vieja historia ya conocida cuyo final sabemos de antemano. Lou Clark es una joven de bajos recursos que, debido a las dificultades económicas que atraviesa su familia, se ve obligada a trabajar sin descanso para sostener la economía del hogar. Empujada por la necesidad, acepta emplearse como acompañante de Will Traynor, un millonario que sufre de cuadriplejia a causa de un accidente. Otra vez la historia de amor entre el millonario y la chica humilde, en la que desde las primeras escenas los esfuerzos por marcar la diferencia entre la realidad de los protagonistas resultan exagerados. La sencillez y la modestia chocan con la suntuosidad y el lujo expuestos en grado sumo: los Traynor viven en un castillo en las afueras de Inglaterra, donde la ostentación se materializa en forma de aviones privados, hoteles lujosos, islas paradisíacas y conciertos de gala.
Sin embargo, lo más llamativo de esta historia de amor es el tratamiento de temas complejos, como la discapacidad y la eutanasia, centrales en el film, que se encuentran suavizados y embellecidos por ese ambiente saturado de exuberancia. Así, se transmiten mensajes que resultan contradictorios: “Esfuérzate, no te conformes. Sólo vive”, le aconseja Will a Lou, alentándola a vivir una vida plena. Pero parece ser que la única forma válida de vivir no persigue más que la gratificación inmediata y superficial que otorgan los placeres materiales. Enriquecer su propio mundo interior no parece ser una prioridad para su protagonista, quien decide que la mejor elección que puede hacer un discapacitado es dejar de vivir.
Ambos jóvenes representan un debate entre posturas opuestas frente a la vida. El mensaje inicial que pretende dar la película “vive al máximo” se ve opacado por el triunfo del individualismo de Will, cuyos intereses son siempre egoístas. Finalmente, nada lo aparta de su objetivo, aunque su decisión signifique la infelicidad de los demás. En definitiva, podría decirse que el egoísmo pesimista frente a la vida está bien, si se lo acompaña de ostentación y riqueza.
Es interesante como en dos oportunidades, se produce una reflexión metalingüística sobre el propio cine. Will convence a Lou de que juntos miren De dioses y hombres. Ella se niega porque la película tiene subtítulos y en apariencia, representa un esfuerzo intelectual demasiado importante. Pero al acceder a la historia descubre un mundo desconocido y fascinante, como resultado de observar más allá de lo conocido. Más tarde, la joven intenta persuadir a su novio de ver Todo sobre mi madre. Sin embargo, en esta oportunidad gana la mediocridad y recaen en una opción más conocida y fácil de digerir, como es el caso de esta película.
Trailer
Título original: Me Before You
Año: 2016
País: Estados Unidos
Director: Thea Sharrock
Guión: Jojo Moyes
Música: Craig Armstrong
Fotografía Remi Adefarasin
Reparto: Emilia Clarke, Sam Claflin, Matthew Lewis, Charles Dance, Jenna Coleman, Janet McTeer, Brendan Coyle, Ben Lloyd-Hughes, Hannah Flynn, Amber Elizabeth, Stephen Peacocke, Alexander Cooper, Richard Gouldin, Tony Paul West
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / New Line Cinema
Duración: 110 minutos