(The Incredible Shrinking Man, 1957, 81’)
La película cuenta la historia de Scott Carey (Grant Williams), un hombre que lleva una vida apacible junto a su esposa en un típico suburbio estadounidense de clase de media en los años ’50. Un día durante sus vacaciones es rociado por una nube radioactiva que provoca que su cuerpo comience a encogerse de manera indeterminada. Este fenómeno obliga a Scott a cuestionarse todo aquello que daba por sentado y, paradójicamente, que a medida que su cuerpo se encoge comience a crecer en otros sentidos. Su nueva morfología lo coloca en un lugar distinto frente al mundo que lo rodea tanto de manera literal como figurativa.
Para aquellos que disfrutan de la mística de ver películas en blanco y negro, y se regocijan con los malos efectos especiales de antaño, pueden estar seguros de que ver este clásico en la pantalla grande de uno de los cines más lindos de la Ciudad de Buenos Aires es una experiencia que no se puede dejar pasar.