Si bien las comedias románticas, y las historias de amor, están a la orden del día en fechas así, no todas los films encaran el amor ni la idea de pareja de la misma forma. Algunas parejas parecen encarar la antítesis del romance.
Blue Valentine (2010) refleja una de esas relaciones que escapan al estereotipo hollywoodense de romance. Su director, Dereck Cianfrance, elige retratar el desmoronamiento de un amor, apelando a los recuerdos de su inicio. Si para San Valentín se tiende a creer que el amor puede ser metaforizado mediante corazones y colores rosas, aquí se muestra otra gama de colores para ello. El amor no es solo romance, es perseverancia, familia y tiempo. Es desencanto y amargura. Y es volver a intentarlo cada vez. Es un amor real. Es un San Valentín azul y triste a la vez, ambas son las traducciones para la palabra blue, y ambas parecen conjugar aquí.
Los primeros planos de sus rostros, tanto de espalda como de frente, parecen querer decir algo: que el amor no es comer entre corazones, que hay desamor ahí dentro, en el centro mismo del corazón. Que los silencios y las distancias también forman parte de las relaciones, pero eso no es lo que se celebra. Cindy (Michelle Williams) y Dean (Ryan Gosling) son el anti San Valentín ya que muestra lo que nadie quiere ver: el reverso de la pasión. Sin embargo, es el lado más honesto y descarnado de una relación. Cada dialogo parece que va a generar una pelea y se siente la tensión.
Un caso similar es el del musical The last five years (2014), en donde la narración comienza con el final de la pareja protagónica. La joven Cathy (Anna Kendrick), comienza el relato lamentando el amor perdido con una canción que nos hunde, como espectadores, en la angustia; luego, Jamie (Jeremy Jordan) cuenta desde su perspectiva el inicio del amor. La incomunicación, la mezquindad, los celos y la envidia son los factores que obstaculizan el romance a nivel de la intriga. Pero aquello que verdaderamente imposibilita la pareja es la disociación de sus puntos de vista y la oposición de sus temporalidades. Cathy plantea un relato en retroceso, mientras Jamie lo hace de manera evolutiva. Esto no es solo una forma narrativa distinta, sino que muestra, desde la estructura misma de la cinta, la distancia afectiva entre los protagonistas
Sin embargo las parejas maltrechas no son lo único que perturba el paisaje rosa y mágico de San Valentín, también están los solteros y los rechazados. The lobster (2015) refleja, en el marco de una película de ciencia ficción, la problemática de aquellos que no están en pareja. En un futuro distopico, los solteros son llevados a un centro de reacondicionamiento en el que deben encontrar una pareja o convertirse en animal. Aquí la problemática del amor, que debería ser una elección de la esfera de lo privado, se torna un asunto de estado. Se formaliza un sistema que obliga a emparejarse. En este film del director griego Yorgos Lanthimos, se lleva hasta el extremo un conflicto cultural muy presente -aunque no al nivel del film- que es pensar al soltero como el excedente, aquello que sobra, aquello que desbalancea las cuentas.
Cada una de estas historias pueden ser una opción para escapar de esta festividad, e invitan a cortar con tanta dulzura.