Rara presenta una historia harto conocida: mamá y papá están divorciados, se pelean y, para variar, los hijos sufren las consecuencias de estar en el medio. El condimento extra que posee este relato es que es contado dentro de la conservadora sociedad de Viña del Mar… y que mamá es lesbiana. Sin embargo, el detonante de las peripecias del film no son las cuestiones mencionadas, sino que la hija mayor, Sara, tiene berrinches propios de la etapa que transita: la adolescencia.
A partir de lo que podríamos considerar como las típicas rebeldías que tiene cualquier adolescente de clase media, se desencadena una serie de conflictos que serán determinantes a la hora de abordar este film. La intención no es adentrarse en el género coming of age[1] per se, sino contar una historia que aborda una problemática de género. En efecto, Sara logra balancear hacia el final del film los problemas propios de tener trece años con los de tener “dos mamás y un papá”, pero la principal idea bajo la cual se concentra la película es en cómo llega hasta allí.
A raíz de un dibujo de Catalina, la hermana menor, que ilustra a mamá Paula (Marina Loyola), su pareja Lía (Agustina Muñoz), junto a Sara y ella misma, el colegio cuestiona el hecho de que la familia no responda a un orden arquetípico y convencional aceptado. El padre de las niñas (Daniel Muñoz) inicia un proceso legal para obtener su custodia luego de interpretar que es el factor lésbico del entorno materno lo que altera el humor de Sara.
A los comentarios y las miradas al respecto de la organización de su familia, debe sumarse la adolescencia, que es un shock anímico en todo sentido. Las hormonas juegan con tu cerebro y tu humor, tu cuerpo decide cambiar a antojo y todo el control que habías aprendido a tener en la infancia, desaparece. El mundo exterior de los adultos empieza a hacer acto de presencia, y las fantasías de la niñez comienzan a desaparecer. El sueño de todo adolescente es encajar, o al menos ser invisible en cuanto a burlas. En este sentido, Sara está en problemas porque su familia “es rara” y eso la hace blanco de comentarios y preguntas. Las dos niñas aportan diferentes perspectivas a la problemática: Sara está demasiado consciente de su entorno y deberá enfrentar sus propios dilemas al respecto de la organización de su familia; Catalina, por su parte, todavía mantiene una inocencia propia de los niños más pequeños y puede configurar el mundo según su propia lógica, ajena a los códigos sociales de los adultos. Ambas actrices, Julia Lübbert y Emilia Ossadón respectivamente, logran magníficamente llevar a escena las inquietudes de ambas niñas.
Rara se presentó en la 66va Berlinale y compitió en la categoría “Generation Kplus”, sección destinada la formación de nuevas audiencias, es decir, un público infantil y adolescente. Luego de la proyección, los niños aprovecharon a interrogar a la realizadora con respecto al final del film. Yo me pregunto: ¿por qué necesitamos contar historias donde una mujer tenga que luchar por su derecho a ser madre y lesbiana al mismo tiempo (como si fueran categorías excluyentes)? ¿Por qué esto todavía es un tema de discusión? ¿Qué podemos cambiar al mostrar una historia como la de Rara? La respuesta de Pepa San Martín es un anhelo a futuro:
La película está inspirada en una historia real donde no hubo un final feliz. A veces la vida no nos da finales felices, pero son ustedes, los niños, la esperanza de que los finales sean cada vez más felices.
Sólo nos queda esperar que en un tiempo no muy distante podamos retitular a este film como De rara, nada.
Trailer
1“De crecimiento, de maduración” género literario y cinematográfico que muestra el crecimiento moral y psicológico del protagonista, normalmente desde la adolescencia hasta la adultez.
Título original: Rara
Año: 2016
País: Chile/Argentina
Director: Pepa San Martín
Guión: Pepa San Martín y Alicia Scherson
Fotografía: Enrique Stindt
Música: Ignacio Pérez Marín
Reparto: Marina Loyola, Julia Lübbert, Emilia Ossadón, Agustina Muñoz y Daniel Muñoz
Productora: Manufactura de Películas / Le Tiro Cine
Duración: 93 minutos