La película empieza dramáticamente con un suceso violento y vertiginoso: una discusión entre automovilistas tiene un final inesperadamente trágico. Este comienzo abrupto funciona como prólogo de la historia principal y deja tras si una sensación de aturdimiento y varias preguntas con respuestas confusas. Este episodio no queda del todo claro cómo y por qué ocurrió, ni quién es el responsable.
Paolo es un pediatra apasionado por su profesión y Massimo un abogado inescrupuloso capaz de defender casos infames. Son dos hermanos cuyas vidas aparentan ser diametralmente opuestas. Ocasionalmente, ambos se reúnen junto a sus esposas para cenar e intentar salvar las distancias que los separan, sin embargo, sus posturas son irreconciliables. Siempre hay reproches y miradas opuestas sobre qué es lo acertado para conducirse en la vida.
El conflicto central se desencadena cuando una noche Michele y Benedetta, hijos de ambos matrimonios, cometen un crimen sin premeditarlo y casi sin darse cuenta, lo hacen por diversión y sin el más mínimo rastro de remordimiento. Los jóvenes viven este episodio con fría normalidad de forma que la violencia queda naturalizada y reducida a un hecho anecdótico. El conflicto no está en el crimen cometido sino en haber sido descubiertos. Este hecho inesperado plantea un dilema ético en la vida de los hermanos: ¿deben denunciar a sus propios hijos? También pone en evidencia los débiles fundamentos morales y la doble cara detrás de una familia en apariencia normal. Paolo y Massimo, encerrados en una forma de ver el mundo aparentemente inamovible, de pronto se encuentran parados en un lugar totalmente inverso.
El accionar de los protagonistas se torna despersonalizado y casi mecánico. “No sé qué hacer, ni cómo comportarme” expone Paolo cuando los principios rectores de su vida dejan de tener fundamento. Los personajes son empujados por las circunstancias hacia un desenlace que parece inevitable.
Una historia simple y fría que expone la distancia entre el ser y el parecer, deja expuesta y rasgada la máscara social que se oculta bajo lo no dicho. La hipocresía y el egoísmo engendran violencia y hechos infames que nacen en el núcleo más pequeño de la sociedad: la familia. La película plantea el dilema de cuánto conocemos a nuestros hijos, pero sobre todo, cuántos nos conocemos a nosotros mismos.
Título original: I nostri ragazzi
Año: 2014
País: Italia
Director: Ivano De Mateo
Guión: Valentina Ferlan, Ivano De Matteo
Fotografía: Vittorio Omodei Zorini
Música: Francesco Cerasi
Reparto: Alessandro Gassmann, Giovanna Mezzogiorno, Luigi Lo Cascio, Barbora Bobulova, Rosabel Laurenti Sellers, Jacopo Olmo Antinori, Lidia Vitale, Antonio Salines
Productora: Rodeo Drive, Rai Cinema
Duración: 92 minutos